Después de un largo período sin sobresaltos en 2017, el mercado de deuda high yield de Estados Unidps experimentó cierta volatilidad en la última parte de año. No obstante, el índice de referencia BofA Merrill Lynch U.S. High Yield ha generado una rentabilidad del 7,2% desde principios de año hasta el 30 de noviembre.
Se han citado varias razones como causa de esa volatilidad, incluyendo la legislación pendiente en materia fiscal y las crecientes tensiones geopolíticas, que no consideramos, sin embargo, como factores clave de la debilidad. En su lugar, pensamos que las ventas vinieron propiciadas por acontecimientos específicos de compañías y sectores, no porque se hayan debilitado los fundamentales de mercado en general.
A pesar de la reciente volatilidad, creemos que el marco que impulsa un entorno positivo para el crédito high yield continúa existiendo. La primera razón por la que pensamos así es que el crecimiento económico parece seguir un ritmo estable, aunque no espectacular, en Estados Unidos. Las perspectivas de crecimiento en Europa y Asia también son positivas. La inflación estadounidense está bajo control y la Fed debería ser capaz de proseguir con su programa de normalización política. También, las tasas de impagos en la deuda high yield siguen muy por debajo de sus medias históricas, según datos de índice de JP Morgan.
Deuda high yield por sectores
A nivel sectorial, destacamos que telecomunicaciones, salud, distribución y media se enfrentan a vientos estructurales en contra, que están impidiendo que se beneficien de la mejora económica. Estos sectores tienen ante sí retos que van desde el «corte de cordón» en media/telecomunicaciones hasta el impacto del comercio electrónico en distribución, pasando por las distintas investigaciones a los fabricantes de farmacéuticos genéricos. Para dejarlo claro, las valoraciones de algunos de estos grupos podrían alcanzar niveles más atractivos en los próximos meses, y entonces habrá oportunidad de seleccionar algunos nombres. Entre tanto, en estos momentos estamos más positivos en las perspectivas para energía, transporte, y grupos de metales/mineros.
En resumen, estamos aún relativamente positivos en el mercado de deuda high yield en Estados Unidos, y esperamos que los impagos sigan disminuyendo en el año nuevo, recordando siempre que la deuda high yield con menos calidad crediticia, siempre suponen más riesgo que los valores de mejor rating.
La rentabilidad de otro sector de crédito apalancado, los préstamos a tipo flotante, ha seguido los pasos al crédito high yield hasta ahora en 2017, pero ha permanecido sólidamente en positivo hasta el 30 de noviembre (el índice de referencia en grado de inversión Bloomberg Barclays U.S. Aggregate Bond ganó un 3.4% en el mismo período.)
Creemos que el mercado de bonos a tipo flotante continuará beneficiándose de las bajas tasas de impagos, y una Fed ligeramente más activa podría ayudar a elevar la rentabilidad, todo incluido, de esta clase de activos. El reto clave sigue siendo la pauta de revisión de precios. Si esta clase de activos continúa atrayendo entradas de fondos y el interés de inversores de CLOs, las compañías probablemente consigan refinanciar sus préstamos pendientes con menores cupones, lo cual podría moderar el beneficio de subidas en los tipos de interés.
Brian Arsenault es investment strategist en Lord Abbett.