1) Los dividendos sirven como indicio de la calidad de la inversión de una empresa
Los dividendos representan, sencillamente, el reparto de los beneficios de empresas muy consolidadas capaces de generar una cantidad de efectivo superior a la inversión de capital y sus necesidades de inversión. Son una clara señal de que la empresa cuenta con un buen modelo de negocio y de que su equipo directivo vela por la rentabilidad para el accionista. Además, los dividendos constituyen un compromiso continuo y ponen así de relieve la confianza de su equipo directivo en el futuro de la empresa. Las acciones que reparten dividendos resultan también más fiables y puede que supongan mejores inversiones a largo plazo que las acciones de crecimiento, que pueden registrar subidas espectaculares pero también causar importantes decepciones.
2) Los dividendos reducen los costes y mejoran la asignación del capital
Los dividendos periódicos disminuyen los saldos de efectivo de las empresas y reducen, por tanto, las probabilidades de que sus equipos directivos malgasten el dinero de los accionistas en proyectos caprichosos u operaciones de adquisiciones y fusiones mal planteadas. Fomentan el uso eficiente del capital y la prioridad de invertir en los proyectos que resultan más interesantes, lo que ofrece la ventaja de establecer una cultura del crecimiento constante a largo plazo, así como de reducir el riesgo para la empresa.
3) Las estrategias centradas en el ingreso de dividendos funcionan por lo que respecta a la rentabilidad total
Las estrategias centradas en los dividendos poseen un historial contrastado de rentabilidad superior al de otros enfoques a lo largo del tiempo. Además, el análisis de los últimos 20 años muestra que los valores que reparten dividendos no solo han obtenido una rentabilidad superior, sino que, además, cuanto mayor es el rendimiento, mayor es la rentabilidad. Así pues, las pruebas sugieren que la calidad de la inversión y la asignación disciplinada del capital que caracteriza a estas acciones se han traducido en unas mayores rentabilidades totales.
Gráfico 1: Las acciones que reparten dividendo se comportan mejor que el mercado a largo plazo
4) Los inversores centrados en la renta variable generadora de ingresos adoptan una perspectiva a largo plazo
Las empresas que reparten dividendos se consideran aburridas. Además, dado que los titulares de las noticias y los participantes de los mercados apuestan por «lo que se lleva», el mercado ignora a menudo las características positivas de las empresas que reparten dividendos en favor de las oportunidades con un mayor perfil de riesgo/rentabilidad. Quienes invierten en acciones con rentabilidad por dividendo tienden además a evitar las últimas tendencias de inversión. Por consiguiente, pueden producirse anomalías en los precios que los inversores en dividendos pueden aprovechar para generar una rentabilidad superior.
5) Los dividendos son un componente importante de la rentabilidad total
Los cambios en el ánimo del mercado, que afectan a las valoraciones, pueden incidir de forma significativa en la rentabilidad a corto plazo. Sin embargo, las valoraciones tienden a experimentar una reversión a la media. Por consiguiente, el crecimiento de los beneficios representa el factor más influyente en las rentabilidades totales a lo largo del tiempo, y los dividendos y su reinversión resultan muy importantes. Al fijarse como objetivo acciones con dividendos elevados, se reduce la dependencia de un crecimiento de los beneficios incierto.
Gráfico 2: Aportación a la rentabilidad total anualizada desde 1970
6) Las estrategias centradas en los dividendos pueden ofrecer un flujo de ingresos elevado y protección frente a la inflación
Hemos vivido uno de los mayores experimentos en política monetaria de los últimos 300 años: la expansión cuantitativa. Aunque sus repercusiones a largo plazo son difíciles de prever, la expansión cuantitativa es una fuerza inflacionista poderosa. A pesar de que en estos momentos las economías están aún lejos de funcionar a pleno rendimiento, cabría esperar un aumento de la inflación si el crecimiento económico sigue mejorando. Para aquellos inversores preocupados por mantener su poder adquisitivo, incluso un ligero crecimiento de los dividendos del 5% anual supone una protección excelente, y creemos que hay muchas empresas interesantes cuyos dividendos pueden crecer al menos un 5% en los próximos años.
Gráfico 3: Alternativas de rentabilidad para inversores
7) No hay indicios de burbuja de los ingresos por dividendos
Tras varios años de buen comportamiento del mercado bursátil y con los rendimientos de los bonos en niveles históricamente bajos, cabría pensar que las acciones que pagan dividendos se han tornado caras. Sin embargo, atendiendo a las valoraciones de empresas de todo el mundo que reparten elevados dividendos, éstas siguen cotizando con descuento con respecto al mercado general.
Gráfico 4: Valoraciones de las empresas que pagan elevados dividendos
8) El enfoque activo con respecto a la inversión en dividendos ha brindado rentabilidades superiores
Aunque creemos que las empresas con rendimientos por dividendo elevados ofrecen un abanico de oportunidades interesantes, estamos convencidos de que no todas las acciones que reparten dividendos son una buena inversión. Al centrarnos en empresas con situaciones financieras sólidas y buenas perspectivas de crecimiento, evitamos las falsas gangas o las trampas de valor, cuando un dividendo aparentemente elevado puede suponer sencillamente una advertencia acerca de futuros problemas, entre los que se incluye la posibilidad de un inminente recorte del dividendo.
Gráfico 5: El enfoque activo se ha visto recompensado, mientras que la inversión pasiva no ha dado resultados en los últimos años
9) Los repartos de dividendos son sostenibles porque las empresas gozan de buena salud
Al contrario que los gobiernos, las empresas han hecho un buen trabajo a la hora de sanear sus balances en los últimos años, si bien la experiencia de la crisis financiera de 2008 se traduce en que muchas empresas actúen con precaución incluso ahora y se muestren reacias a comprometer gasto de capital a gran escala (algo que esperamos que mejore a medida que el crecimiento económico vuelva lentamente).
Mientras tanto, las empresas pueden emplear el efectivo libre del que disponen de numerosas formas muy favorables para los accionistas, como el aumento de los dividendos, el reparto de dividendos especiales y las recompras de acciones. A nosotros nos gusta el crecimiento de los dividendos normal y corriente, siempre y cuando las empresas no lo hagan para «satisfacer a las masas» (es decir, el dividendo tiene que ser holgado para ser sostenible). Los dividendos especiales funcionan como una válvula de escape y son preferibles a las recompras de acciones mecánicas cuando las valoraciones de la renta variable se han incrementado en general.
Quizás, el aspecto más importante de la relativa buena salud del sector empresarial radica en que las ratios de repartos de dividendos son sostenibles debido a que la generación de efectivo ha sido muy buena. No esperamos ninguna otra mayor dificultad al respecto, dado que la mayoría de los equipos directivos de las empresas siguen siendo relativamente precavidos en cuanto a su gasto de capital y sus planes del mismo.
10) Los inversores en dividendos de todo el mundo disponen de un abanico de oportunidades más amplio
Adoptando un enfoque mundial, los inversores pueden obtener exposición a las economías subyacentes, que pueden estar registrando un crecimiento mucho mayor que la de su propio país, así como a una combinación de distintos sectores y temáticas. Asimismo, la selección de empresas a escala mundial brinda un abanico de oportunidades más amplio del que seleccionar las ideas más interesantes y permite la construcción de una cartera diversificada de forma más eficiente.
Mientras que los inversores regionales cuentan con un número limitado de empresas en las que invertir, los inversores en dividendos de todo el mundo disponen de una gran variedad de empresas de todos los sectores.
Gráfico 6: Un amplio abanico de oportunidades de acciones de dividendos elevados
Stephen Thornber es Portfolio Manager de Threadneedle