Durante los últimos 18 meses uno de los topics más comunes en el mercado era “la búsqueda de Yield” ya que muchos gestores con la finalidad de generar rentabilidades atractivas para sus clientes, se vieron obligados a ir subiendo escalones de riesgo. Esta transición ha pasado desde productos del mercado monetario a bonos corporativos investment grade seguido de bonos High Yield hasta bonos de mercados emergentes. Durante el 2012, los clientes y asesores nos encontrábamos “cómodos” con las rentabilidades de los portfolios, sobre todo los mas conservadores, debido a que el rally no convencional de la renta fija, situó los portfolios de los inversionistas mas conservadores con rentabilidades bastante superiores a los depósitos bancarios (bueno…. salvando algunos países como España). Conforme este rally se iba agotando y las rentabilidades se normalizaban, los portfolios de los inversionistas comenzaron a formarse con activos de cada vez mayor riesgo, causado por la tan mencionada búsqueda de Yield propiciada por la “barra libre” de liquidez por parte de los bancos centrales.
Llegamos a Mayo del 2013 y frases como “If the data supports it, “[the Fed] could take a step down in the next two meetings.” Comenzaron a escucharse desde algunos miembros de la FED e incluso el propio Bernanke daba señales de que el temido tapering podría comenzar en la reunión de septiembre. El efecto en el mercado, es conocido por todos nosotros. Fueron muy pocos aquellos gestores de fondos de renta fija, que lograron librarse de las fuertes perdidas en estos activos. Como resultado de esto, inversionistas de un perfil conservador, sufrieron pérdidas a las que usualmente no están acostumbrados.
Nos encontramos dos meses después, el temido FOMC de septiembre terminó y el tapering no comenzó, eso si a diferencia de lo que gran mayoría del mercado esperábamos. ¿Pero qué ha pasado con las rentabilidades de los inversionistas?
Del universo de fondos de renta fija, la mayoría de los gestores estaban posicionados en las mismas estrategias: bonos ligados a la inflación (con un alto componente de duración), bonos de mercados emergentes (tanto divisa local como hard currency) y bonos de cada vez peor calidad. Por lo tanto, la diversificación entre gestores no ha funcionado. La diversificación no depende del número de fondos de renta fija en los que invirtamos, si no de la diferencia entre estrategias que utilicen los gestores y la flexibilidad con la que inviertan.
Analizando el universo de renta fija, separaría los gestores en tres grupos. (Olvidándome de aquellos atados a un benchmark)
En primer lugar, gestores consistentes con su visión del mercado. Como es el caso de PIMCO, que no veían subida en los tipos del bono americano, y mantenían una duración superior a los 2 años (en el caso del unconstrained, que puede ponerse negativo) lo cual como era de esperarse, le afectó negativamente a la rentabilidad del fondo. Al invertir en este tipo de fondos “de autor” la pregunta es, ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar que un gestor mantenga su visión y no se adapte a un nuevo entorno?
En segundo lugar, gestores activos con la flexibilidad de adaptarse al mercado. Como es el caso del M&G Optimal Income, que tras las pérdidas sufridas en el mes de Junio (superiores al 3%), ha adaptado su cartera logrando recuperar las perdidas el mes siguiente. Aquí incurrimos en el riesgo de que el gestor acierte o no. Al analizar estos fondos lo importante es saber distinguir cuando un gestor se adapta a un nuevo entorno y cuando están tratando de perseguir al mercado. En el caso del Optimal Income han demostrado saber hacer las cosas bien.
En tercer lugar, fondos de retorno absoluto. En mi opinión siempre deben de formar parte de cualquier portafolio de inversión. Las diferentes estrategias que pueden utilizar y la ventaja de poder posicionarse tanto largos como cortos les permiten a estos gestores ser “todo terreno”. En este grupo destaco el Ignis Absolute Return Government bond, que invirtiendo en futuros de bonos de países desarrollados, ha logrado obtener rentabilidades superiores al 4% en estos tres meses. Si bien a la hora de analizar este tipo de fondos, lo más importante es entender cuáles son las fuentes de rentabilidad, de esta manera evitamos el llevarnos sorpresas negativas de que lo que realmente tenemos es un riesgo direccional.
En los próximos meses veremos quienes son los gestores que logran salvar el año. Si bien es un hecho que la burbuja en los bonos creada por la FED, comenzó ya a estallar dando fin al festival de rentabilidades para la renta fija. Veamos que gestores logran ser consistentes y flexibles para continuar generando rentabilidades atractivas en un entorno más complicado.