El sector de la energía experimentó un repunte en abril, ayudado por el precio del petróleo que ya en mayo se ha movido por encima de los 75 dólares por barril por primera vez desde 2014. Estas fueron buenas noticias para nosotros ya que nos hemos estado volviendo más favorables al sector desde el comienzo del año. Y los precios han seguido aumentando, superando los 80 dólares por barril en los últimos días.
Sin embargo no hemos tenido una bola de cristal que predijera cuál iba a ser el precio del petróleo. En cambio, nuestro optimismo hacia el sector se ha basado en una serie de factores diferentes.
La demanda sigue siendo fuerte
En primer lugar, la demanda no está desapareciendo, sino que por el contrario, está aumentando y va a ser necesario petróleo para cumplir con ella. El último World Energy Outlook de la Agencia Internacional de Energía predice una expansión del 30% de las necesidades energéticas globales entre 2016 y 2040, ya que la recuperación de la demanda de los mercados emergentes supera con creces la caída de los mercados desarrollados.
Se podría argumentar que el aumento de la energía renovable suplirá parte de este déficit en la oferta, pero la brecha de consumo entre la energía renovable y la del petróleo sigue siendo sustancial. El petróleo está disminuyendo como un porcentaje general de la participación de energía; sin embargo, al observar el consumo de energía primaria por combustible, el consumo de petróleo sigue aumentando.
Por lo tanto, no deberíamos subestimar el papel del petróleo en el suministro de energía a largo plazo.
Falta de inversión
Mientras tanto, la oferta se está ajustando después de años de falta de inversión por parte de las compañías petroleras. Los precios del petróleo se recuperaron rápidamente después de la crisis financiera mundial de 2008-2009 para negociarse dentro del rango de 90- 120 dólares por barril durante varios años. Pero el aumento en la producción de petróleo en Estados Unidos, particularmente del shale gas, hicieron caer los precios a menos de 30 dólares por barril en 2014.
El resultado es que ahora tenemos una divergencia entre la cantidad de petróleo que conocemos y la cantidad de petróleo que se espera que necesitemos.
Oportunidades en subsectores nicho
En nuestra opinión, parece claro que los productores de petróleo deben realizar inversiones para aumentar el suministro de petróleo. Las firmas de servicios petroleros serán los beneficiarios de esta inversión.
Un área dentro de los servicios petroleros que vemos como particularmente interesante son los buques sísmicos, que se utilizan para descubrir nuevas reservas de petróleo en alta mar. Como muestra el siguiente cuadro, desde 2012, el número de estos buques ha disminuido drásticamente de más de 60 a alrededor de 20.
Los propietarios de estos barcos están, por lo tanto, bien situados para beneficiarse del aumento de la demanda, y pueden elevar sus precios debido a la falta de competencia.
Sector está barato
Otro punto muy importante para mencionar es que, en nuestra opinión, las compañías petroleras parecen estar baratas.
Cuatro años de precios del petróleo a la baja han pesado en el sector, especialmente porque algunas empresas se han visto obligadas a reducir sus dividendos o pagarlos en scrip (acciones) en lugar de dinero en efectivo. El sector en su conjunto no está de acuerdo con el mercado.
Sin embargo, las empresas que han continuado con inversiones disciplinadas durante la recesión pueden encontrarse en una buena posición, con una demanda aún fuerte y los precios del petróleo volviendo a subir una vez más.
En resumen, vemos oportunidades en el sector, tanto entre productores como en empresas de servicios. Aunque el crecimiento global puede estar alcanzando su punto máximo, y abundan las preocupaciones sobre el comercio y la geopolítica, el sector de la energía tiene un ciclo propio, impulsado por la dinámica de la oferta y la demanda a largo plazo.
Además, consideramos que las reservas de petróleo se beneficiarán de la inflación que, como hemos discutido anteriormente podría estar volviendo.
James Sym, es fund manager de renta variable europea y de Reino Unido de Schroders.