Con la introducción de los diversos estímulos monetarios y la comunicación activa de los bancos centrales en los últimos años un fenómeno particular que hemos observado es que en muchas ocasiones malas noticias económicas se traducían en buenas noticias para los mercados, esto debido a que garantizaban la continuación y en algunos casos el aumento de estímulos en un intento de energética una economía anémica.
Al cabo del tiempo y con una economía recuperándose los estímulos particularmente en los Estados Unidos, se han ido disminuyendo y como sabemos nos encontramos en la antesala de una subida de tasas de interés.
El mecanismo de transmisión en los mercados de esta reversión de tendencia en Estados Unidos en contraste con el inicio de un ciclo económico similar en Europa y Asia, ha sido más notablemente el fortalecimiento del dólar.
El día de ayer con la publicación del PIB americano que mostró debilidad en el primer trimestre y que es congruente con la debilidad de los últimos datos económicos, observamos por primera vez en mucho tiempo un fenómeno que en otros tiempos era normal, pero ahora es una novedad y es que las malas noticias SON malas noticias.
Los mercados en reacción a la confirmación de la debilidad de la economía americana y a falta de una FED que va a saltar a estimular el sistema, observamos caída en los índices bursátiles, pero más notable fue el movimiento del dólar que en un solo día vimos una depreciación cercana al -1.0% y que en suma con las últimas semanas la caída ha sido alrededor de -4.5% .
A pesar de que la FED en sus declaraciones del día de ayer hiciera hincapié que las tasas de interés no van a subir en el corto plazo, esto ya no es suficiente para mantener la divisa a flote. Lo que debe de pasar de ahora en adelante es que la economía americana tendrá que reaccionar por sí sola, lo cual quiere decir que estaremos volviendo al equilibrio de que buenas noticas serán buenas para el mercado y viceversa.
Dicho esto, los datos débiles de las últimas semanas por el momento no son un augurio de un punto de inflexión en el ciclo económico y son atribuibles en parte a situaciones puntuales de corto plazo. Por lo que no amerita un cambio de estrategia radical. A la fecha todavía existen muchas razones para que el dólar continúe su fortalecimiento, las tasas continúen en pausa en la antesala de la subida y los mercados no cambien de tendencia en el corto plazo. Sin embargo con la ausencia del colchón proveído por la FED en ocasiones anteriores si podemos esperar mayor volatilidad con la publicación de cada dato económico.
Columna de opinión de Alberto Arrambide, portfolio manager de Banco Sabadell Miami Branch