El segundo objetivo de la desmonetización, aumentar la competitividad de los negocios promoviendo el uso de medios electrónicos de pago, se logró. Es sorprendente como el mercado informal de comercio se adaptó de forma tan rápida a operar con medios electrónicos. Los nuevos billetes son de 500 y 2.000 rupias y los de mayor denominación no están circulando ya que las compras promedio son por valores menores y no hay suficiente moneda fraccionaria para darle el cambio al cliente. La falta de moneda fraccionaria por lo tanto desincentiva el comercio, pero los medios electrónicos de pago fomentan un consumo mayor porque desapareció el limitante de adquirir solamente lo que alcanzaba con el efectivo en la bolsa.
En la medida que un mayor número de transacciones se realicen a través de medios electrónicos de pago, cheques o transferencias electrónicas la autoridad tendrá mayor vigilancia fiscal porque quedará huella de las operaciones y por ende no podrán evitar el pago de los impuestos correspondientes, particularmente sobre las ventas, equivalente al IVA. En la India solamente alrededor del 3% de la población hace declaraciones anuales de impuestos, en la mayoría de los casos se debe a bajos ingresos, pero en una gran proporción es el resultado de la evasión fiscal, la cual se puede reducir en la medida que las transacciones dejen de realizarse con efectivo y tengan que llevarse a cabo a través del sistema financiero. Pero se requieren esfuerzos adicionales para disminuir sustancialmente el uso de efectivo, como limitaciones al monto que se puede retirar del banco y hasta cuanto se puede pagar en efectivo en la compra de algún activo, como coches o casas.
Que la gente mantenga las cuentas bancarias fortalece la intermediación financiera, los bancos tendrán más recursos y por lo tanto podrán otorgar más créditos, fomentando la actividad económica. Sin embargo, existe el riesgo que la gente regrese a sus hábitos anteriores de guardar sus ahorros en efectivo en sus casas, por lo tanto, las autoridades y las instituciones financieras tendrán que ser los suficientemente creativas para evitar que ello suceda y afianzar el cambio en la forma de ahorro de la población.
Para que los efectos favorables de la desmonetización se concreticen y sobre todo perduren, como la mayor recaudación de impuestos y penetración financiera, se requieren adoptar otras medidas que eviten el regresar al uso de efectivo, porque si bien la tecnología actual ayuda, no es suficiente.
Seguramente la desmonetización tuvo un impacto negativo en el crecimiento de la economía, pero aún no hay suficiente información para evaluarlo, porque además se dio en un momento en que la economía ya se estaba desacelerando. Hasta el tercer trimestre de 2016, antes de que se anunciara la medida, el PIB había crecido 7,3% y al final del año creció 7,1%, inferior al 8,0% registrado en 2015. El crecimiento en el primer trimestre de 2017 fue 6,1%, lo que indicaría que el país tiende a la tasa que registró en 2013. También hay que esperar las cifras de recaudación para cuantificar las implicaciones sobre los impuestos.
Columna de Francisco Padilla Catalán