En este 2024 se han renovado las expectativas en todos los sentidos. Por ello, en un momento de inestabilidad económica, muchas personas han comenzado el 2024 pensando cómo se podrían obtener ganancias en los próximos meses. No hay dudas de que las inversiones en real estate pueden representar una oportunidad para obtener importantes retornos. Sin embargo, es importante conocer nuestro perfil como inversor para implementar una estrategia adecuada, que nos permita alcanzar nuestras metas.
Por un lado, tenemos las inversiones indirectas, las cuales se realizan a través de canales financieros, como fondos de inversión o REITs. En este tipo de inversiones, si todo sale bien, se pueden obtener rendimientos razonables en torno al 8% anual promedio. De todas formas, esta forma de invertir tiene algunas condiciones que pueden no brindar la mayor seguridad al inversor como, por ejemplo, que no posee el control sobre sus recursos debido a que, luego de colocarlos en el fondo, recibirá a cambio un porcentaje de participación de dicho fondo.
Otra situación un poco incómoda para el inversor es que, habitualmente, los reportes que recibirá sobre la posición de la inversión serán generales, pero es poco probable que en ellos se obtenga información precisa que identifique exactamente los activos que fueron adquiridos y su evolución. Sin embargo, para quienes desean mantener el control sobre sus activos, existe la inversión directa a través de un Asset Manager: estos actores se encargan de brindar asesoramiento, estructuración y la gestión de inversión de los activos, pero, a diferencia de las anteriores, los inversores mantienen el control sobre los mismos.
Así, al contratar un Asset Manager, el inversor cuenta con una gestión profesional eficiente, manteniendo el control y la toma de decisiones.
¿Qué tipo de estrategias existen a la hora de invertir?
Existen diversas estrategias, por lo que a continuación intentaremos detallar brevemente cada una de ellas:
- Inversiones CORE: Este tipo de estrategia es implementada por inversores conservadores que buscan minimizar sus riesgos a través de la adquisición inmuebles bien localizados y consolidados, con flujos de caja estable e inquilinos de alta calidad crediticia, con rendimientos por renta de entre el 3 y 5% anual.
- Inversiones Core +: En este caso, esta estrategia combina crecimiento y flujo de caja, ya que los inversores están dispuestos a arriesgarse un poco más que en el segmento anterior. Aquí se busca realizar mejoras sobre la propiedad que incrementen la capacidad de la misma a fin de generar mayores flujos de caja. Por ejemplo, se puede adquirir un edificio que cuenta con buena ocupación, aunque, si se lo repara, se podrán incrementar los precios de los alquileres. Por lo tanto, si bien la propiedad genera flujos de caja, partes de estos deberán ser reinvertidos para llevar a cabo las mejores necesarias. Así, si la estrategia funciona, se podrán obtener retornos anuales de entre el 5% y el 7%.
- Inversiones Value Add: En este tipo de estrategia el inversor está dispuesto a asumir aún más riesgos que en la Core+ y, de esta forma, los retornos también podrían ser más elevados. Con frecuencia, las propiedades no generarán flujos de caja al momento de la adquisición, aunque poseen un potencial que nos permitirá obtener un retorno más elevado una vez que se materialice el valor añadido sobre la propiedad. Este tipo de activos suelen requerir mantenimientos y gestión de alquileres, por lo que se exigirá destinar recursos para abordarlos. En este caso, se requiere el asesoramiento de un Asset Maneger con experiencia de gestión, lo que podría brindarnos retornos anuales de entre el 8% y 10%.
- Inversiones Opportunistic: Esta es la estrategia más arriesgada e implica que no se verán retornos durante los primeros años de la inversión. Nuevamente, se necesitará la gestión de un profesional e implicará la adquisición de propiedades para su reconversión. Así, aunque no se generarán flujos de caja, se podrán obtener importantes retornos, de entre el 10% y 15% anual, una vez que se materialice el valor añadido.
La importancia de los activos distress
Más allá de la estrategia que se implemente, la clave en la inversión en Real Estate es la adquisición de activos en distress, es decir, propiedades muy por debajo del valor de mercado. En otras palabras, las propiedades distress son aquellas que se pueden adquirir con importantes descuentos como consecuencia de que sus propietarios son liquidadores, como por ejemplo los bancos, por lo que deberán desprenderse de ellos a un menor valor. Y quizás el dato más interesante es que estos activos no siempre están dañados o en mal estado, por lo que muchas veces no será necesario realizar importantes inversiones para hacerles reparaciones mayores.
Actualmente, las mejores oportunidades distress se encuentran en España, principalmente en regiones como Barcelona, Málaga, Valencia, Alicante, etcétera. En el caso particular de Madrid, la capital española se ha convertido en el hogar de miles de ciudadanos procedentes de Latinoamérica, por lo que ya es considerada la “Miami de Europa”. Un dato interesante es que el 20% de las adquisiciones de vivienda en España corresponden a extranjeros.
Además, a esto debemos sumarle que los mercados de Europa y EE.UU. concentran el 84% de la inversión global (más de 8 trillones de dólares), mientras que tan solo el 0,40% llega a Latinoamérica. Incluso desde el primer semestre de 2022, los 200 fondos más grandes de Real Estate migraron sus capitales desde EE. UU. hacia el Viejo Continente. En resumen, todo esto demuestra por qué los latinoamericanos hoy eligen España para invertir.
¿En dónde están las oportunidades?
Las oportunidades comenzaron a aparecer tras el estallido de la pandemia del coronavirus en segmentos como retail, logística y oficinas: por ejemplo, en el caso de estas últimas se pueden transformar en activos residenciales o turísticos. En este sentido, actualmente en España las entidades financieras acumulan activos por un valor de más de 100.000 millones de euros. Por ello, se pueden comprar propiedades con descuentos de hasta el 40%.
Por lo tanto, si tenemos en cuenta que las tasas de interés deberían comenzar a bajar a partir de este año, se espera que a partir del 2025 se genere un rebote y la situación se estabilice, lo que nos permitiría obtener grandes retornos cuando nos desprendamos de dichas adquisiciones.
En conclusión, la variable de descuento en la compra de activos en distress es un factor esencial para maximizar las inversiones inmobiliarias porque nos permitirá incrementar los retornos al generar un rendimiento sustancial a corto y mediano plazo cuando se desinviertan los activos.
Tribuna elaborada por Mariano Capellino, CEO de Inmsa Real Estate Investments Management.