Los bonos convertibles contingentes (CoCos) son uno de los pocos productos de crédito que todavía ofrecen diferenciales superiores a los niveles prepandémicos y están preparados para beneficiarse de cualquier presión inflacionaria que pueda surgir a medida que la economía mundial se recupere. ¿Podrán mantener estas peculiares credenciales de rentabilidad a medida que nos acercamos a 2022?
El COVID-19 ha dejado magulladas a todas las economías e industrias a nivel global. Aunque los bancos centrales han proporcionado unos niveles de apoyo sin precedentes a los inversores en renta fija, la búsqueda de rendimientos se ha vuelto cada vez más problemática, ya que la deuda de rendimiento negativo representa unos 17 billones de dólares a nivel mundial. Pero el rendimiento positivo no es en absoluto un unicornio mítico de la inversión: todavía hay oportunidades potenciales en la renta fija.
Un subsector que goza de una perspectiva positiva, y eso a pesar de las turbulencias económicas provocadas por la pandemia, es el de los bonos contingentes convertibles, también conocidos como CoCos. Estos títulos específicos de los bancos ofrecen una rara oportunidad de retorno, ya que los CoCos de los bancos nacionales de máxima calidad ofrecen rendimientos superiores al 4%.
Momento ideal
Los bancos han desempeñado un papel clave en toda la pandemia, actuando como conductos para que la política gubernamental llegue a la economía real. Reforzados por la posición positiva de los bancos, los CoCos han superado a la mayoría de las demás clases de activos de renta fija hasta la fecha en 2021.
Creemos que los CoCos se encuentran actualmente en un momento excepcional en términos de riesgo de inversión en relación con su potencial rentabilidad. Los precios de los activos en general se han beneficiado de los mecanismos de apoyo de los bancos centrales en marcha como resultado de la pandemia y el sector bancario ha disfrutado del apoyo fundamental que le han brindado los responsables políticos y los bancos centrales.
El potencial en 2022
Con 2022 aproximándose, la pregunta natural es si los CoCos seguirán disfrutando de esta posición única.
Desde el punto de vista fundamental, vemos que las perspectivas son positivas dado el apoyo continuado de los bancos centrales y un sector bancario caracterizado por una sólida normativa, niveles récord de capital y equipos de gestión bien gobernados.
Desde un punto de vista técnico, la diversa y creciente base de compradores sigue mejorando el perfil de liquidez de la clase de activos, incluso en períodos de tensión. Observamos que los valores adicionales de nivel 1 (AT1) mantuvieron una elevada liquidez incluso durante los períodos más volátiles en el punto álgido de la pandemia, beneficiándose de una amplia gama de tipos de inversores en múltiples lugares y jurisdicciones.
Implicaciones de los tipos de interés
La amenaza de las subidas de los tipos de interés es un tema candente para todos los inversores. Se espera que un entorno de subida de tipos genere cierto grado de volatilidad en los mercados de renta fija, lo que podría provocar pérdidas de capital en las carteras de referencia tradicionales a medida que los activos se revaloricen. Sin embargo, con los CoCos, este factor es menos preocupante debido a la menor sensibilidad a los tipos de interés de los instrumentos AT1 y al mayor componente de carry (rendimiento/cupón) de los bonos bancarios subyacentes. Siempre que las subidas de tipos se comuniquen bien al mercado, no prevemos que los tipos de interés más altos perjudiquen el rendimiento de los AT1 a medio plazo.
Además, a diferencia de otro tipo de compañías, los bancos se encuentran en una posición privilegiada para beneficiarse de las subidas de los tipos de interés y confiamos en que el sector financiero obtendrá mejores resultados a medida que los bancos sean más rentables durante cualquier ciclo de subida de tipos.
Motores de la rentabilidad
Aparte de los tipos, hay otros cuatro factores principales que podrían influir en el rendimiento de los CoCos a medida que nos acercamos a 2022.
Los fundamentales: Los bancos han construido resistentes bases de capital, que se mantuvieron estables durante la pandemia. Sigue habiendo un apoyo en el balance, con pérdidas de préstamos que probablemente sean más moderadas que en un ciclo normal debido a los diversos planes de suspensión, moratoria y garantía del gobierno, junto con el alivio de capital de los reguladores. Cuando estos programas terminen, esperamos que el ciclo crediticio se desarrolle, pero será en un contexto de mejora del crecimiento económico y en un horizonte temporal más largo que en ciclos anteriores, lo que significa que los niveles de capital de los bancos deberían ser muy resistentes.
Valoraciones: Los AT1 de los bancos europeos cotizan significativamente por detrás de los bonos europeos de alto rendimiento con calificación BB (unos 70 puntos básicos), lo que parece contrario a la intuición dada la presión fundamental que probablemente afectará a partes de las empresas de más baja calidad crediticia. Los AT1 también disfrutan de unos 185 puntos básicos de subida frente a los diferenciales de los LT2 bancarios, lo que representa una prima significativa dados los respectivos riesgos.
Riesgo cupón AT1: Consideramos que es bajo, dados los sólidos niveles de capital que han acumulado los bancos y la solidez de sus balances.
Oferta: Las expectativas de oferta de AT1 son modestas y la mayor parte de las emisiones en 2022 estarán relacionadas con la refinanciación, mientras que al mismo tiempo la base de compradores sigue creciendo.
Una rara oportunidad de retorno
A medida que la actividad económica comienza a normalizarse, prevemos que, por supuesto, el panorama de la inversión pondrá de manifiesto tanto historias de éxito como de fracaso, especialmente a medida que la acomodación de los bancos centrales comience a ceder. Esperamos que esta tendencia se manifieste a nivel corporativo, sectorial y nacional. La geografía podría ser particularmente relevante, ya que vemos diferentes enfoques entre los países a la hora de manejar la prolífica variante Delta de COVID-19, que está impidiendo que se levanten ciertas restricciones sociales.
Seguimos apostando por que los bancos de EE.UU. y Europa sean los claros triunfadores de un sector que probablemente se beneficiará tanto de la recuperación económica como de los consiguientes mayores rendimientos que se derivan de la mejora de los datos. Los CoCos representan una rara oportunidad de crédito que todavía ofrece niveles de rentabilidad anteriores a la pandemia y que se beneficiará de cualquier presión inflacionista que pueda surgir a medida que la economía mundial se recupere.
Tribuna de Peter Goldsworthy, Institutional Portfolio Manager