Fundado en 1856 por A. O. Wallenberg, SEB es uno de los principales bancos del norte de Europa. La familia industrial Wallenberg es una de las más influyentes de Europa con importantes intereses en empresas como ABB, Astra Zeneca, Atlas Copco, Electrolux, Ericsson, Gambo, Husqvarna y SEB a través de su sociedad de cartera pública Investor AB.
SEB es conocido como un banco del norte de Europa con una cultura corporativa sólida que nutre valores como el compromiso a largo plazo, la continuidad y el respeto mutuo y profesionalismo. SEB ha estado activo en el mercado de capital privado desde la década de 1980 y, desde entonces, ha sido patrocinador y fundador de EQT e IK Investment Partners. Ahora la gestora ofrece la posibilidad a inversores cualificados de coinvertir con los fundadores del banco.
La división de Private Equity de SEB Asset Management lanzará un segundo fondo centrado en los países nórdicos: el SEB PE Nordic Direct II. El primero fue lanzado en 2014. Creada en 1998 y con más de 20 años de experiencia en private equity, la gestora escandinava es responsable de aproximadamente 4.000 millones de dólares en inversiones en los nórdicos y globalmente. Los 20 profesionales del equipo tienen una ventaja a la hora de identificar tendencias globales gracias a su network global de más de 70 socios de private equity y 1.100 compañías subyacentes.
¿Por qué pensamos que los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia e Islandia) son de interés?
• Economías estables y fuertes: Estos países exhiben finanzas públicas saneadas y sólidas siendo de las más avanzadas del mundo en todas las categorías del Banco Mundial y la OCDE. Tienen buenas tasas de crecimiento y albergan algunas de las mejores empresas de consumo y sanitarias de Europa. Por otra parte, la forma especial que ha tenido Suecia de afrontar la crisis del coronavirus no ha repercutido en el desarrollo económico, y la economía ha evolucionado de forma similar a la del resto de países de la zona.
• Diversificación y outperformance de la zona contra homólogos europeos: El MSCI Nordic Net TR (EUR) ha registrado de manera consistente un desempeño superior al de sus homólogos internacionales. En este sentido, los mercados nórdicos, representados por dicho índice, acumulan una revalorización en los últimos 20 años del 140% frente al 41% alcanzado por el MSCI Europe Net TR (EUR).
• Buena liquidez: Incluso en las fases más críticas, como ocurrió durante la crisis del 2008 y con el estallido de la pandemia, se pudo operar en todo momento, registrándose un volumen diario de contratación de varios miles de millones de euros.
• La dimensión medioambiental y social, y la relevancia del gobierno corporativo (ESG): El claro énfasis de las empresas nórdicas en los criterios ESG y su contribución a la reducción de emisiones de CO2 también explican el mejor comportamiento relativo de estas empresas en el largo plazo. Los inversores han entendido que los factores ESG deben evaluarse como otro parámetro de riesgo y mejorar el binomio riesgo-recompensa de una inversión.
En resumen, sus características de solidez económica, diversificación, liquidez, criterios ESG y resiliencia para navegar en mercados inciertos son razones sólidas para prestarle atención a esta región que actualmente no dispone de la exposición que se merece en la asignación de activos en carteras, precisamente a causa del desconocimiento.
¿Por qué SEB?
El grupo SEB tiene una huella importante en el tejido empresarial nórdico conociendo bien la solvencia y las estrategias de dichas empresas. Los gestores de SEB Asset Management han generado de media 2.5x Gross Multiple of Invested Capital (MOIC) y un TIR medio de 28% en 41 inversiones globales directas durante 2009-2019. Se espera que el SEB Nordic Direct I, el primer fondo de compañías nórdicas (conocido también como SEB PE Opportunity III), genere 2.7x MOIC. El objetivo de MOIC de SEB PE Nordic Direct II es de 3x MOIC y un TIR de 25%.
El fondo II también tendrá un sesgo buy out y se centrará en Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Las empresas subyacentes se valorarán en SEK, NOK, DKK y EUR y, por lo tanto, ofrecerá a los inversores algo de diversificación. El objetivo de captación es de aproximadamente 300 millones de euros y el horizonte de inversión será de 10 años. Los sectores principales serán el tecnológico y el sanitario bajo una temática importante de digitalización.
En 2019, hubo 104 transacciones buy out por un importe total de 7.800 millones de euros y transacciones medias de 75 millones de euros. Es un terreno fértil en cuanto a actividad de compraventa. Los múltiplos de EBITDA han aumentado un 50% en los últimos 6 años. SEB Private Equity ya dispone de un pipeline en el sector de automoción industrial y robótica, y busca crear uno en el ámbito de dispositivos sanitarios combinando hardware con tecnología y software.
La estrategia del fondo es invertir en posiciones de control, ya sea solo o como inversor principal. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el equipo tendrá el control de las agendas estratégicas y operativas de sus inversiones, y de cómo y cuándo salir. Esto se logrará mediante puestos de control directo o mediante inversiones de asociación que permitan el control o el co-control efectivo (por al menos el 50% de los votos o acuerdos estrictos de accionistas). Un ejemplo de co-control a través de inversiones en asociación es la inversión en Accedo. Independientemente de la situación de inversión, SEB Private Equity siempre procurará obtener: opciones de arrastre, liderazgo en la composición de la junta, decisión a la contratación de directores ejecutivos, etc.
Tribuna de Nicholas Burdett, CFA, CAIA, responsable de productos y análisis en Capital Strategies Partners