La sostenibilidad es la piedra angular de la filosofía inversora de Candriam, y estamos convencidos de que las tendencias de sostenibilidad tales como el cambio climático brindan oportunidades de inversión a largo plazo. Hoy día, las necesidades de financiación contra el cambio climático, y las de adaptación o mitigación de dicho cambio son clamorosas.
Como gestores de activos responsables y comprometidos con la financiación contra el cambio climático, esperamos que las negociaciones aporten resultados concretos tales como el desarrollo de nuevos mecanismos de mercado y políticas que hagan la inversión climática aún más atractiva. Dado que el consenso en torno a la transición energética es cada vez mayor entre todas las partes interesadas, incluida la comunidad inversora, Candriam se compromete a ofrecer soluciones de inversión que obedezcan a las necesidades de sus clientes.
A la hora de medir la huella de carbono de las carteras de inversión, valorar los riesgos de carbono o identificar oportunidades de inversión relacionadas con la transición energética, nuestros expertos poseen un gran conocimiento en idear soluciones para nuestros clientes.
El vigésimo tercer encuentro internacional anual sobre el cambio climático, la llamada Conferencia de las Partes, se celebrará en noviembre. COP23 estará presidida por el Primer Ministro de las islas Fiyi, islas del Pacífico que ya se han visto afectadas por la elevación de temperatura y del nivel del mar inducida por el cambio climático. Ello supone una oportunidad para que los países en desarrollo más vulnerables hagan oír su voz en las negociaciones en torno al cambio climático.
¿Qué podemos esperar?
La temporada de huracanes atlánticos de este año ha recordado al mundo que es una necesidad imperiosa la adopción de políticas climáticas ambiciosas. No en vano, el cambio climático ha incrementado la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos.
Pese a este hecho notorio, los Estados Unidos, que se vieron afectados por las dos tormentas tropicales más terribles, cuestionaron la legitimidad de las políticas climáticas mundiales. No obstante, deberíamos ahondar demasiado en la postura de los detractores del Acuerdo de París. Candriam cree que las políticas en torno al cambio climático gozan de mayor apoyo internacional que nunca, respaldadas igualmente por actores tanto públicos como privados.
Puntos clave
Hay dos cuestiones fundamentales para la ejecución del Acuerdo. Ahora nos adentramos en la fase de ejecución del Acuerdo. Para que la COP23 sea un éxito, Candriam ve dos cuestiones principales en las que los negociadores deberían avanzar:
- Proseguir el debate en torno a los objetivos de descarbonización nacionales. El sumatorio de los actuales compromisos no basta para lograr el objetivo del Acuerdo de París, «muy por debajo de 2 °C». El Informe sobre productividad agrícola global 2016 muestra que los compromisos actuales desembocarían en un aumento de temperatura de entre 2,9 °C y 3,4 °C, por lo que es necesario adoptar compromisos más ambiciosos. Se llevarán a cabo revisiones periódicas para valorar los objetivos existentes e incrementar la ambición de los compromisos a lo largo del tiempo: el Diálogo Inclusivo que tendrá lugar en 2018 es la primera etapa de este proceso de diálogo quinquenal. Tendrán que estar listas antes de que acabe este año.
- Definir las normas de transparencia aplicables a todas las partes. Los países tienen que acordar unas normas comunes de descarbonización. La idea de elaborar un libro de normas estrictas y transparentes de información y supervisión de emisiones, para valorar las sendas de descarbonización con precisión, surgió durante las negociaciones de la COP22. Para instaurar ese marco de transparencia a fines de 2018 (COP24), se habría de avanzar lo suficiente este año.
Financiación
La financiación internacional contra el cambio climático, el quid de la cuestión. Se necesitan finanzas verdes para apoyar el desarrollo de tecnologías limpias y alcanzar el objetivo del tratado. Pero también es esencial conseguir que las finanzas fluyan a los países en desarrollo, que históricamente han contribuido poco a las emisiones globales, para ayudarles a mitigar y adaptarse al cambio climático.
Existe el riesgo de que haya países que no avancen lo suficiente. De no alcanzar un acuerdo sobre los sistemas de contabilización y supervisión del carbono y sobre cómo establecer los objetivos de la descarbonización, los negociadores podrían hacer peligrar el éxito del Acuerdo de París. Dado que el objetivo del acuerdo es ambicioso, requiere un alto grado de cooperación internacional, algo de lo que podría carecerse en una época de auge del nacionalismo.
Las grandes naciones, cuyas emisiones agregadas superan en volumen a Estados Unidos, han obrado conjuntamente en favor de las políticas contra el cambio climático. Es llamativo que los países asiáticos y otros países en desarrollo se hayan mantenido firmemente comprometidos en favor de las políticas contra el cambio climático, arrebatando el liderazgo a los Estados Unidos. Los Estados Unidos no tienen peso suficiente para detener el ímpetu que observamos desde 2015.
Ello debería reconfortar a los inversores en cuanto a que el consenso en favor de la inversión climática permanece intacto. A través de su amplia gama de fondos de ISR, Candriam promueve activamente conductas empresariales responsables y la exposición de las empresas a tendencias sostenibles tales como la lucha contra el cambio climático, la transición energética y la escasez de recursos.
Tribuna de Wim Van Hyfte, director global de Inversión y Análisis Responsable y Solange Le Jeune, analista Senior ISR de Candriam.