Una nueva propuesta migratoria desde Estados Unidos ha captado la atención del ecosistema global de inversión por residencia: la denominada «Trump Gold Card», que ofrecería residencia permanente a cambio de una inversión de 5 millones de dólares. Aunque no se trata aún de una medida oficial ni legislada, la iniciativa ya ha despertado un intenso debate en círculos especializados.
¿Qué plantea la Trump Gold Card?
Según declaraciones del Secretario de Comercio, Howard Lutnick, la propuesta permitiría a inversionistas extranjeros obtener una Green Card mediante una inversión directa, sin la obligación de crear empleos ni participar activamente en un negocio. Lutnick mencionó que, en tan solo un día, se generaron compromisos de inversión por 5.000 millones de dólares procedentes de 1.000 inversores interesados.
Incluso se habla del desarrollo de una plataforma digital de solicitudes, posiblemente impulsada en colaboración con Elon Musk.
No obstante, la propuesta aún requiere aprobación legislativa y regulatoria antes de convertirse en realidad.
Beneficios propuestos de la Trump Gold Card:
- Residencia permanente en Estados Unidos.
- Exención de la obligación de crear empleos.
- Tributación territorial (pendiente de confirmación).
- Posibilidad de solicitar ciudadanía estadounidense tras el periodo requerido.
Comparativa con el programa EB-5: ¿Inversión o compra?
El conocido programa EB-5, vigente desde 1990, exige una inversión de 800.000 dólares (a través de centros regionales) o 1.050.000 de dólares (inversión directa), además de la creación de al menos 10 empleos a tiempo completo.
La diferencia esencial es que la Trump Gold Card se plantea como una «compra directa» de residencia, sin los requisitos empresariales y de empleo que caracterizan al EB-5.
¿Cómo se posiciona esta propuesta en el contexto global?
La «Trump Gold Card» no surge en el vacío. Existen ya programas de residencia y ciudadanía por inversión (RCBI) con umbrales aún más altos en mercados como Austria, Singapur o Hong Kong:
Análisis estratégico: migración e imagen internacional
Desde mi perspectiva como asesora internacional en programas de inversión migratoria, considero que la propuesta no es escandalosa en su contenido, sino en su presentación pública.
Comparada con programas ya existentes en Austria o Singapur —mucho más costosos y estructurados—, la diferencia radica en el estilo. Mientras otras jurisdicciones mantienen discreción y rigor institucional, el enfoque comunicacional de Trump privilegia el espectáculo.
Esta estrategia, aunque efectiva para captar titulares y fondos, corre el riesgo de politizar una herramienta migratoria que, tradicionalmente, ha sido gestionada con prudencia y estrategia geopolítica.
En el mundo de la migración por inversión, la forma en que se comunica un programa también define su legitimidad y percepción internacional.
La «Trump Gold Card», aunque todavía en fase conceptual, representa un cambio de narrativa en el universo de movilidad global para altos patrimonios. Estados Unidos, con su posible entrada formal a este espacio, podría redefinir las reglas del juego, no por el monto de inversión, sino por el impacto simbólico de su política migratoria.
Para los inversionistas globales, este nuevo escenario demandará no solo capital, sino también visión estratégica, asesoría especializada y comprensión profunda del mapa migratorio internacional. Porque en el mundo actual, la movilidad es el nuevo poder.
La autora: Juliana Cloutier es experta en migración por inversión y fundadora de Alta Invest Advisory. Con más de 17 años de experiencia internacional y formación en banca privada en HSBC (Estados Unidos, Singapur, Reino Unido y Canada), asesora a individuos y familias de alto patrimonio en estrategias de movilidad global y planificación patrimonial. Es miembro activo del Investment Migration Council (IMC) y de Invest in the USA (IIUSA).
(5) JULIANA CLOUTIER | LinkedIn