A principios de 2014, escribí un comentario sobre las acciones chinas de clase A para hablar de los méritos de la bolsa de valores doméstica del gigante asiático como una oportunidad de inversión a largo plazo para los inversores globales. En el primer trimestre de ese año, el índice local CSI300 (que sigue algunas de las mayores compañías cotizadas en la bolsa de Shanghái y de Shenzhen) se sitúa en niveles en torno a 2.100 puntos. Mirando ahora hacia atrás, parece que prestar más atención a ese mercado en 2014 fue una buena recomendación, ya que poco después empezaría su primer rally en cinco años, alcanzando un nivel máximo de 5.335 puntos el 12 de junio de 2015.
Sin embargo, las cosas cambiaron repentinamente. La liquidez que apoyó la rápida apreciación del mercado ha demostrado ser insostenible y las cosas comenzaron a desmoronarse el verano pasado. Durante un lapso de tan sólo unos tres meses, de junio a octubre de 2015, los índices domésticos cayeron casi un 40% en moneda local. Y después de ver una aparente recuperación en octubre de 2015, los mercados de acciones de clase A volvieron a perder terreno y se contrayeron considerablemente en los primeros meses de 2016. Durante la mayor parte de 2016, las bolsas han seguido en crisis y ha caído aproximadamente un 11% en lo que va de año en términos de moneda local, con el índice fluctuando cerca del nivel de 3.200 puntos desde el inicio del año.
El mercado de acciones de clase A se caracteriza por su alto nivel de participación con más del 80% de su volumen de operaciones controlado por sus inversores. Esta volatilidad también puede verse en la rotación de los sectores que los inversores locales han preferido en los últimos 18 meses. Los tres sectores de mejor desempeño en el 2015, destacados en el gráfico, se han clasificado hasta ahora en el cuartil inferior por desempeño en lo que va de año. Esta rotación es producto de unas perspectivas de crecimiento más lento, altas valoraciones, menor apetito por el riesgo y un cambio hacia nombres más defensivos a la luz de una economía en crecimiento más lento.
En Matthews Asia, todavía nos atraen los méritos esencialmente sólidos de muchas empresas locales que cotizan en China. Nuestro reto a largo plazo, sin embargo, consiste en identificar las compañías de buena calidad en industrias en crecimiento que cotizan con unos múltiplos de valoración altos. La corrección del mercado, por tanto, nos ofrece como inversores a largo plazo, acceso a las empresas de buena calidad a niveles más razonables. Continuamos manteniendo la cautela en este mercado, sin embargo, y nos damos cuenta de que tal vez sólo un puñado de empresas de este gran universo son dignas candidatas a formar parte a largo plazo en nuestras carteras.
Nos alienta ver algunos acontecimientos internos que pueden inclinar el mercado hacia una mayor participación institucional. Los datos recientes sugieren que la industria de fondos de inversión de China, que se duplicó en 2015, está creciendo rápidamente y ahora es el segundo mayor mercado de fondos de Asia, con activos de 1,3 billones de dólares. La industria de fondos de inversión de China se ha visto impulsada por el surgimiento de una clase media, las alta tasa de ahorro y el crecimiento en la oferta de productos, como los populares fondos del mercado monetario, muchos de los cuales están disponibles en las plataformas de comercio electrónico.
Dado que llevamos a cabo análisis en la región asiática, seguimos siendo conscientes de los retos actuales de este mercado, en medio de las cambiantes condiciones macroeconómicas, y sin embargo estamos encontrando acciones de clase A con calidad que el lideran modelos de negocio sostenible.