El fallecimiento del propietario de un negocio es tremendamente perjudicial para la empresa y en muchas ocasiones puede llevarla hasta la quiebra, un resultado que muchos propietarios desean evitar luego de tantos años de trabajo construyendo su compañía. Un acuerdo compra venta bien diseñado y que esté financiado por un seguro de vida permite asegurar que el negocio siga adelante con fluidez y que sea traspasado a las personas adecuadas por un precio razonable mediante la generación del capital en efectivo necesario para completar las transacciones.
Hay muchas razones para implementar acuerdos compra venta. Una de ellas es evitar las incertidumbres que surgen entre los propietarios sobrevivientes. Además, existen las presiones que se generan sobre los socios sobrevivientes por parte de los herederos del socio fallecido en cuanto a la distribución de ingresos de la empresa, luego de la transferencia de acciones. Adicionalmente, los nuevos propietarios pueden discrepar en la manera en que el negocio es manejado o incluso pueden querer vender su parte ya que no están involucrados en el rubro y prefieren recibir el valor en efectivo. Todas o solo alguna de estas circunstancias que alteran el flujo normal del negocio pueden resultar a la larga en el fracaso de la compañía.
Muchos de estos temas pueden ser solucionados con acuerdos de compra venta adecuadamente diseñados. La financiación de dichos acuerdos a través del uso de seguro de vida, generará los fondos en efectivo en el momento necesario y brindará a los socios propietarios la posibilidad de manejar oportunamente un desafortunado evento, cuando este ocurra.
Si bien hay muchas otras consideraciones en cuanto a los planes de Continuidad de Negocios, los clientes que están preparados pueden ayudar a sus negocios, a sus empleados, a sus socios y a su familia a sobrellevar momentos difíciles a través de planes estructurados de Persona Clave y Compra Venta. Para muchos propietarios de negocios, esta tranquilidad le permite focalizarse en los temas más importantes y eliminar los obstáculos que surgen al construir la compañía.
De acuerdo a una encuesta de PWC realizada, existe un 34% de probabilidad de que se produzca la muerte de un socio antes de la edad de 65 años en una sociedad de tres socios entre 50 y 60 años de edad, así como que el 56% de las empresas latino americanas no tiene plan de sucesión y que el 60% de las empresas familiares fracasan por conflictos entre familiares. También añade que el 90% de las empresas familiares mueren antes de la tercera generación.
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