Este mes me gustaría destacar un hecho que no deberíamos pasar por alto. Como muchos sabéis, históricamente los gestores, para controlar el riesgo de las carteras, incorporan activos con correlaciones negativas con el fin de mitigar los vaivenes de los mercados.
Para reducir la volatilidad lo ideal es construir las carteras con activos de renta fija, renta variable, oro, dólar… activos que se comportan de forma diferente ante movimientos adversos de mercado. Eso hace que se compensen los movimientos relativos entre ellos, lo que resulta ser una cartera más estable y segura, sobre todo ante una corrección o una crisis. ¡Resulta que en febrero no ha sido así: todo ha bajado a la vez!
Desde hace unos meses, venimos anunciando que la gestión más tradicional de las carteras se está quedando anticuada, por los efectos de las políticas monetarias que han seguido los bancos centrales estos últimos 10 años, que han generado que todos los activos estén en niveles históricos de valoraciones altas. Esto está produciendo que las correlaciones se estén tornando positivas entre todos los activos del mundo, un hecho sin precedentes.
Cuando todo sube es fantástico, pero y ¿si la cosa cambia?
Muchas entidades están volviendo a ofrecer, con alegría, productos estructurados, fondos alternativos, fondos de capital riesgo… y en algunos casos como alternativas de baja volatilidad.
Recuerda que “there is no free lunch” y nadie te obliga a comprar nada que no se entienda.
En DiverInvest, para conseguir diversificar y mitigar los vaivenes de los mercados, la única opción que queda es tener cash (liquidez) en las carteras. Pensamos que tener un porcentaje más elevado de cash de lo habitual, tiene sentido si quieres mitigar riesgos.
Por cierto, ojo donde inviertes el cash o ¿ya te has olvidado de lo que le pasó al Banco Popular?
Tribuna de David Levy, desde Diverinvest EAFI.