El robusto crecimiento económico global y el aumento de las tensiones geopolíticas son motivos suficientes para que los inversores sean optimistas en 2018. Este sentimiento positivo se refleja tanto en los precios como en los flujos de inversión, ya que las grandes cestas de materias primas superaron al S&P 500 en lo que va de año y los flujos de entrada en ETPs sobre materias primas alcanzaron máximos de varios años.
Sin embargo, a menos que los inversores estén atentos a los factores de rendimiento que impulsan los ETPs de materias primas y los futuros subyacentes que replican, podrían quedar decepcionados con el rendimiento de su inversión. Por lo tanto, exploramos los diferentes componentes de rendimiento de futuros de materias primas, centrándonos particularmente en el impacto del roll yield.
Disección de retornos
No es posible invertir en la mayoría de las materias primas a su precio al contado. En cambio, el mercado de futuros representa la forma más fácil y eficiente para que los inversores obtengan acceso a este tipo de activos. La inversión en futuros de materias primas consta de tres componentes: el retorno al contado (“spot return” en inglés), el “roll yield” y el retorno de la garantía (“collateral return” en inglés).
El retorno al contado simplemente refleja el cambio en el precio de un artículo dado para su entrega inmediata. De igual importancia, sin embargo, es el “roll yield”, un componente a menudo olvidado que refleja los costes (o beneficios) inherentes de poseer materias primas físicas, como los costes de almacenamiento, seguro y transporte. Dependiendo de la forma de la curva de futuros de un producto, el “roll yield” puede afectar significativamente los rendimientos de los inversores.
En los mercados en “contango”, la curva de futuros tiene una tendencia ascendente (es decir, hay un coste neto asociado a mantener una materia prima, por lo tanto, los contratos de futuros a más largo plazo son más caros que los contratos a corto plazo) por lo tanto, el “roll yield” suele ser negativo a medida que los precios de futuros convergen a lo largo del tiempo.
Por el contrario, si la curva es de pendiente descendente (es decir, existe un beneficio neto al poseer materias primas ahora, y por lo tanto, los contratos más a largo plazo son más baratos que los contratos a corto plazo), se dice que el mercado está en una situación de “backwardation”.
Dado el predominio del contango en los mercados de materias primas en las últimas décadas, el “roll return” en las cestas básicas de materias primas, según el índice de materias primas de Bloomberg, ha representado un lastre para los inversores como se muestra en el gráfico 1. En 2016, por ejemplo, los rendimientos fueron equivalentes a casi el 12%, lo que refleja un exceso de oferta importante en el petróleo y los metales básicos en China. Desde entonces, este freno en el rendimiento se ha aliviado, y los inversores en materias primas pueden ver que el “roll yield” es menos preocupante por las razones que se detallan a continuación.
De contango estructural a backwardation
Los futuros del petróleo han experimentado un cambio dramático, pasando de un contango estructural al backwardation durante el año pasado. Esto ha eliminado una de las mayores fuentes de “roll return” negativo en los índices generales de materias primas, como el índice Bloomberg Commodity Index. Un poco de contexto explica estos cambios recientes.
En el período posterior a la crisis financiera mundial de 2011-2014, los futuros del petróleo estuvieron predominantemente en backwardation. La fuerte demanda mundial de petróleo estuvo acompañada por el fuerte control de la OPEP sobre los suministros de petróleo, y su política de mantener la estancación de la oferta permitió que los precios a corto plazo se mantuvieran altos.
Sin embargo, en 2014 la OPEP modificó su estrategia, tratando de recuperar la cuota de mercado perdida de los productores de mayor coste, como Estados Unidos, que habían incrementado constantemente la producción en respuesta a los precios más altos. El aumento resultante en la producción de la OPEP inundó los mercados petroleros globales, causando que los precios al contado pasaran de más de 100 dólares/barril en 2014 a menos de 30 dólares/barril en 2016.
Esto desencadenó una reversión completa en la curva de futuros para el petróleo de backwardation a contango, dado que los temores a la escasez de petróleo se convirtieron en temores a un exceso de oferta. Durante este período, la sobreproducción continua y la escasez de instalaciones de almacenamiento contribuyeron a aumentar los costes de almacenamiento, profundizando aún más el contango en el petróleo. El “roll return” negativo durante este tiempo alcanzó el 3,5% por mes.
En 2016, la OPEP cambió la estrategia una vez más y anunció límites de producción (para comenzar en 2017) para drenar el exceso de inventarios globales. Eso llevó a que las curvas de los futuros del petróleo volvieran a la situación de backwardation. La renovada credibilidad de la OPEP, tras un prolongado período de cumplimiento de sus restricciones, ha llevado a que todas las principales curvas de futuros del petróleo permanezcan en backwardation desde la segunda mitad de 2017. Es poco probable que la OPEP abandone su estrategia reciente y dado que no se esperan shocks de demanda negativos, es previsible que los futuros del petróleo permanezcan en backwardation.
Retornos estacionales en contango
El patrón del “roll” en algunos futuros es altamente estacional. A diferencia del petróleo, donde tradicionalmente hemos visto períodos largos en los que toda la curva está en backwardation o toda la curva está en contango, algunas materias primas como el gas natural o el ganado están en backwardation en algunas partes de la curva y en contango en otras.
La dinámica de backwardation / contango tiende a seguir un patrón estacional. Por ejemplo, el backwardation en futuros de ganado tiende a ser pronunciado entre mayo y julio. Los precios en estos meses tienden a ser más altos debido a la demanda máxima en el verano y los precios tienden a ser más bajos fuera de esta horquilla, ya que la oferta aumenta más adelante en el año debido a factores biológicos y al clima.
Si bien los patrones estacionales para el ganado porcino y bovino son ligeramente diferentes, el ganado en general tiene una estacionalidad consistente como se ve en la figura 2. Los “roll yield” positivos en julio son del 2,3% (1992 a 2017), mientras que los negativos son un 4,2% en noviembre (1992 a 2017). En los meses de verano, el backwardation estacional y el retorno positivo de los productos pecuarios podrían representar una fuente adicional de ingresos para los inversores en materias primas.
Conclusión
Las rentabilidades negativas (roll returns) han representado durante mucho tiempo un lastre para los rendimientos de los inversores en materias primas, tanto para los productos individuales como para las cestas más amplias. Sin embargo, esperamos que esto se alivie con la mejora de los fundamentos de las materias primas, como la saturación de oferta de suministro de petróleo y el elemento de estacionalidad para los productos pecuarios, los cuales están imponiendo un backwardation en varias materias primas.
Tribuna de Nitesh Shah, analista de WisdomTree.