La renta variable de la India viene irrumpiendo como una atractiva alternativa de inversión entre las acciones emergentes.
En primer lugar, por su naturaleza defensiva (cae menos cuando los demás activos de riesgo bajan), pero también por fundamentos macroeconómicos y corporativos robustos. Además, India está entre las economías que más crecerían en 2023 y 2024, y las valorizaciones están por debajo de su promedio histórico.
Resiliencia económica en un escenario de desaceleración global
La economía india mantiene un momentum económico positivo que se mantendría, y es lo que reflejan los indicadores PMI, que son estimadores de la actividad para los próximos seis a doce meses.
Tanto el PMI manufacturero como el de servicios se encuentran en territorio expansivo -por encima de los 50 puntos-, señalando un alto dinamismo en la actividad económica.
Además, las exportaciones de servicios registran su mayor dinamismo en casi una década, producto de la alta demanda global por talento y servicios de alta calidad en los que la India tiene ventajas competitivas.
De ahí que, aún en el escenario actual de desaceleración global, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza el crecimiento del PIB indio a 6,1% en 2023 y a 6,4% en 2024, frente a un crecimiento mundial del 3% en ambos años, con China creciendo 5,2% y 4,5%, respectivamente.
Como en la mayoría de los países del mundo, la India también sufre presiones inflacionarias, llegando a un máximo anual del 7,4% en julio de este año.
Los principales componentes que presionaron los precios han sido los alimentos, debido a factores climáticos, como déficit de lluvia en el monzón (época del año asociada a las lluvias que afectan principalmente a los países del sur de Asia) y el fenómeno de El Niño.
Este factor climático se mantiene como un riesgo latente. No obstante, el banco central del país optó por mantener la tasa de referencia en un 6,5% en agosto. La decisión está respaldada por la tendencia a la baja de la inflación subyacente, indicando una política monetaria cautelosa, pero no restrictiva. Se anticipa que los recortes de tasas comenzarían en el primer trimestre del próximo año, lo que podría proporcionar un estímulo adicional a la economía.
Valorizaciones y estimaciones de utilidades corporativas
Como punto de partida respecto al sector corporativo, las valorizaciones de las acciones indias lucen atractivas. Las mismas han transado históricamente con un premio respecto de sus pares emergentes (en términos de la razón precio/utilidad estimada), y actualmente están por debajo de su promedio de cinco años, mientras que el valor absoluto de este múltiplo está en torno al promedio histórico.
Además, las estimaciones de utilidades para las compañías indias apuntan a crecimientos de dos dígitos, tanto para éste como para el próximo año: se proyecta un incremento alrededor del 20% en ambos casos.
Favorables factores estructurales
Además del momentum económico y corporativo, la India se está posicionando como un participante clave de la geopolítica y economía mundiales.
El friendshoring, producto de las tensiones y rivalidad entre China y Estados Unidos, está implicando la reubicación de centros de producción desde China hacia países con relaciones comerciales y diplomáticas amigables, e India por su tamaño y ubicación geográfica está entre los beneficiados. Ello ya se ha materializado a través de acuerdos comerciales y de defensa con Estados Unidos, a pesar de mantener cordiales relaciones con sus vecinos de Asia.
La producción está registrando un aumento significativo, como es evidente en la expansión de la fabricación de productos de Apple en el país. La reciente reunión del G20, en la que India fue país anfitrión, fue un gran paso en la consolidación de las relaciones entre estos dos países.
La demografía india es también un factor que da soporte al desarrollo de largo plazo, con aproximadamente el 68% de su población en el rango de edad entre 15 y 64 años, según datos del Banco Mundial de 2022. Esto se traduce en una fuerza laboral altamente productiva, con un gran potencial de aporte al crecimiento económico. La construcción de nuevas fábricas como resultado del friendshoring absorbería una mayor participación laboral y daría impulso a la productividad y el crecimiento de largo plazo.
Siempre hay riesgos
India mantiene relaciones comerciales y diplomáticas con países que están en conflicto o tienen tensiones con Occidente, como es el caso de Rusia. El país ha adquirido petróleo a precios con descuento de Rusia durante este año, lo que ha beneficiado su posición como importador neto de crudo.
Por el momento, lo anterior no parece haber constituido un traspié en el proceso de friendshoring, aunque es importante tener en cuenta que estas transacciones podrían representar un riesgo potencial en el futuro. Sin embargo, por el momento, consideramos que es de baja probabilidad.
Tribuna de opinión de Jimena Llosa, Socia y Gerente de Estrategias de Inversión de Compass.