Los fondos de Inversión Socialmente Responsable (ISR), poco conocidos del público hasta hace unos años, abundan hoy en las carteras de los inversores europeos, tanto institucionales como privados.
La calidad intrínseca de los productos constituye, sin lugar a dudas, la clave principal de este éxito. Al invertir en ISR no se renuncia ni a la rentabilidad ni a la seguridad, todo lo contrario.
Más allá de su rentabilidad financiera, los fondos ISR ofrecen sobre todo a los inversores la posibilidad de cargar sus ahorros de sentido. Pero aún siguen existiendo tópicos sobre este tipo de inversión. Estos son algunos de los más extendidos.
ISR = RSC = Desarrollo sostenible: FALSO
El desarrollo sostenible es un “desarrollo que responde a las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de responder a las suyas”.
La RSC, o Responsabilidad Social Corporativa, es la aplicación del desarrollo sostenible al mundo empresarial. Es la forma en que una empresa incorpora los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) a su estrategia y a su política general.
La ISR, o Inversión Socialmente Responsable, es la forma en la que los inversores integran el desarrollo sostenible y RSC en sus preferencias de inversión.
La ISR es una moda: FALSO
La ISR, que apareció hace más de un siglo en Estados Unidos como inversión ética, ha progresado mucho y experimentado un fuerte crecimiento en estos diez últimos años. Pobreza, desigualdades, exclusión, contaminación, cambio climático, escasez de recursos naturales son grandes desafíos económicos sobre los cuales los inversores pueden actuar. Invertir es una responsabilidad y una forma de vencer estos grandes desafíos a largo plazo.
Ante tales envites, la ISR es una forma concreta de apoyar una economía responsable, sacando provecho al mismo tiempo de las oportunidades de inversión que ofrece el desarrollo sostenible.
Los fondos IRS no son rentables: FALSO
La ISR suele ser percibida negativamente en cuanto a la rentabilidad financiera que puede ofrecer a los inversores. Sin embargo, su historial de rentabilidad desde hace más de diez años tiende a demostrar lo contrario.
Por ejemplo, el MSCI-KLD 400, el índice ISR más antiguo que tengamos hoy, integra las 400 empresas estadounidenses mejor calificadas desde el punto de vista social y medioambiental. Desde 2008, su rentabilidad supera la de su homólogo tradicional, el índice Standard & Poor’s 500 (que reagrupa las 500 primeras empresas estadounidenses), lo que demuestra que al invertir de forma responsable no se renuncia a la rentabilidad financiera.
Los fondos no tienen ningún impacto: FALSO
Cualquier fondo ISR debe realizar no sólo un análisis financiero riguroso de cada empresa sino también un estudio y una evaluación de sus prácticas Medioambientales, Sociales y de Gobierno corporativo (ASG) antes de decidir en cuál invertir. Las empresas, cali cadas por equipos especializados, se clasi can luego dentro de su sector de actividad. Nuestro objetivo consiste en cambiar positivamente las prácticas empresariales a través del compromiso y de la votación en las Asambleas Generales, promoviendo las mejores prácticas ASG.
Invertir en un fondo ISR sí que tiene pues un impacto ya que fomenta una mejora de los comportamientos ASG de todos los protagonistas de la economía real.
Es imposible comprobar que los fondos sean IRS: FALSO
Para responder a las expectativas de los inversores, la ISR debe ser trans- parente sobre los objetivos, los medios empleados y los resultados alcan- zados. Para ello, existen informes extra-financieros que proporcionan da- tos objetivos sobre la plus-valía social y medioambiental de las carteras ISR. Pueden contener:
- Una calificación extra-financiera de la cartera y del conjunto de sus valores, junto con comentarios sobre sus características ASG.
- Indicadores « testigo » para comparar la cartera con su índice de referencia desde el punto de vista medioambiental, social y de gobierno corporativo.
En BNP Paribas Investment Partners, estos informes extra-financieros, elaborados desde hace varios años, constituyen una herramienta imprescindible para medir y dar a conocer el valor añadido de la ISR a sus clientes.
Sol Hurtado de Mendoza es la responsable para España y Portugal del negocio de gestión de activos de BNP Paribas Investment Partners.