Es fácil ver por qué la mayoría de la gente piensa que China depende de las exportaciones. Después de todo, casi todo en su tienda de barrio viene de China. Pero muchos de esos bienes son sólo procesados o ensamblados en China, añadiendo poco valor y contribuyendo muy poco a su PIB. Por otra parte, las exportaciones son una pequeña parte de la producción: la mayor parte de lo que hace China, lo consume.
Ensamblado, pero realmente no es “Made in China”
Aunque la proporción de las exportaciones de China que sólo se procesan o ensamblan allí se ha ido reduciendo, todavía representa el 38% del total, frente al 50% en 2001. Un buen ejemplo de exportación de productos elaborados es el iPad de Apple, que se ensambla en China, pero crea poco valor allí.
Sí, casi todo proviene de China. Pero las exportaciones contribuyen relativamente poco a su economía. Las exportaciones netas representaron sólo el 2,4% del PIB de China el año pasado, con un 90% de la producción industrial consumida en el país. También vale la pena señalar que el año pasado, el 47% de las exportaciones de China fueron producidas por empresas extranjeras.
Las exportaciones son una fuente importante de puestos de trabajo con salarios bajos, pero por lo demás sólo desempeñan un papel secundario en la economía del país, que es impulsada principalmente por la inversión y el consumo interno.
Nuestro mensaje no es que las exportaciones no importan. Importan, sobre todo a las decenas de millones de trabajadores de montaje de iPads y otros gadgets. Pero es importante entender que China es una economía impulsada por la inversión interna y por el consumo doméstico, donde las exportaciones juegan un papel de apoyo. La inmensa mayoría de los productos hechos en China permanecen en China.
Pero, ¿sigue siendo competitiva?
A pesar del crecimiento de los salarios y la apreciación de su moneda, China sigue siendo competitiva, con una participación en las importaciones totales de mercancías de los Estados Unidos rozando el 19% el año pasado, frente al 13% en 2004. Además, la participación en la producción mundial de China aumentó del 5% en 1995 al 8% en 2000, el 12% en 2005, el 19% en 2010 y el 22% en 2012.
Andy Rothman, estratega de inversiones en Matthews Asia
Pinche en el archivo adjunto para ver la columna completa.