Después de meses de escribir sobre fatalidad y pesimismo y decirles a los inversores que se mantengan alejados de los mercados emergentes en general, y de China en particular, creemos que finalmente aparece la luz al final del túnel. Parece que los astros vuelven a alinearse.
La clave más importante es, por supuesto, la disputa comercial entre Estados Unidos y China que ha alcanzado una tregua de 90 días. Es importante enfatizar que, a pesar de lo que comúnmente se cuenta en medios, la desaceleración de la economía china este año tiene muy poco que ver con el impacto de los aranceles comerciales. En realidad, estos aranceles no han ralentizado las exportaciones de China a los EE.UU., sino que las han acelerado a medida que los distribuidores estadounidenses se han abastecido para anticiparse a la implementación de las tarifas. En cambio, la desaceleración de la economía china es una consecuencia directa de los esfuerzos de desapalancamiento del gobierno chino en los últimos dos años.
Los mercados han estado descontando el peor de los escenarios, que incluye aranceles del 10% que se impondrán en el tercer y último lote de importaciones chinas a los Estados Unidos por valor de 270.000 millones de dólares, y el segundo lote de aranceles, que aumentarán a partir del 1 de enero de 2019 del 10% al 25% (Fuente: Bloomberg). Cualquier evento positivo, como la tregua alcanzada en Buenos Aires en la cumbre del G20, solo puede ser visto por los mercados como una buena noticia.
La segunda clave son los tipos de interés de EE.UU. y su impacto en el dólar estadounidense. Un dólar fuerte siempre ha sido el enemigo de los mercados emergentes, ya que muchas compañías en estos países tienen una exposición significativa a la deuda en dólares estadounidenses y la mayoría de ellos resuelven sus importaciones de petróleo en esta divisa. El hecho de que más y más economistas estén anticipando una desaceleración de la economía estadounidense en 2019 y una recesión en 2020 no ha pasado desapercibido. El presidente de la Fed, Jerome Powell, dejó claro en un discurso reciente que los tipos de interés actuales de los EE.UU. no estaban lejos de su «nivel neutral», por lo que redujo las expectativas de alzas hasta el final del próximo año a dos subidas. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se ha reducido tras alcanzar su máximo del 3,23% al 2,99% (Fuente: Bloomberg A pesar de que el dólar no ha reaccionado todavía, sería lógico que se debilitara, dando un respiro a las bolsas emergentes.
La siguiente clave es el precio del petróleo. Con algunas excepciones, los países emergentes son grandes importadores de petróleo, China e India lideran el grupo. El precio del petróleo se redujo de manera espectacular (-31%) en los últimos dos meses, vimos que las monedas de los países emergentes registraron un buen repunte (liderado en Asia por la rupia india y la rupia de Indonesia), y el RMB se estabilizó. Esta es una muy buena noticia, mientras dure.
La clave final son las medidas de estímulo del gobierno chino que están ganando terreno. Se implementó una gran reforma impositiva, y ahora China está a punto de llevar a cabo su último paso para acabar con las plataformas de préstamos P2P (“peers to peers” o «préstamos online entre particulares») después de haber cerrado el 80% de las 6.200 plataformas que el país llegó a tener. Ahora que los préstamos P2P totales se han reducido a 176.000 millones de dólares (Fuente: Bloomberg), 30% por debajo del nivel máximo, el banco central aleccionó a los supervivientes para que limiten su exposición a créditos pendientes de cobro a su nivel actual y lo reduzcan gradualmente. En la ciudad de Hangzhou, la cuna del sector P2P de China, los reguladores han ordenado a todos los operadores con un préstamo inferior a 100 millones de renminbis cerrar su negocio.
En un informe reciente, Citi estimó que solo 50 de los 1.200 prestamistas P2P que quedan podrán operar en el futuro. P2P ha sido la última encarnación de la banca en la sombra. Podemos esperar que siga el camino de los fondos fiduciarios y que ya no sea un problema para el sistema financiero. Esto le da más margen de maniobra al gobierno chino a la hora de estimular la economía, ya que los estímulos generalmente significan más deuda. Gracias a que los problemas de la banca en la sombra están en proceso de ser resueltos y los esfuerzos de desapalancamiento mostraron resultados durante el año pasado, el gobierno ahora tiene más flexibilidad de la que solía tener. Por ejemplo, la relajación de las restricciones de compra de viviendas y la eliminación de los límites de los precios de las propiedades ya han comenzado en el sur de China. Es muy probable que se extiendan a otras zonas, sabiendo que se estima que el sector inmobiliario es directa o indirectamente responsable de casi el 20% de la economía (Fuente: Bloomberg y Citi). Por todo ello, creemos que las aguas poco a poco están volviendo a su cauce.
Tribuna de Fabrice Jacob, CEO de JK Capital Management Ltd., (filial de La Française).