El actual nerviosismo de los mercados, provocado por los aranceles y por los avances en inteligencia artificial anunciados por una compañía tecnológica china, nos recuerda que hasta los mercados alcistas más fuertes pueden caer, sobre todo cuando la cotización de ciertas compañías refleja un escenario excesivamente optimista.
La pregunta es: ante esta explosión de volatilidad, ¿ha llegado el momento de que los inversores empiecen a mostrarse más prudentes? ¿O es posible que la tendencia alcista se mantenga? Podemos decir que sí.
Mientras las expectativas de la economía estadounidense siguen siendo optimistas, otras economías atraviesan dificultades. El posible impacto de los aranceles anunciados por el gobierno de Trump y del resto de sus políticas no hace más que aumentar la incertidumbre, al igual que las tensiones geopolíticas. El mercado de renta variable ha mostrado una sólida rentabilidad y una volatilidad reducida, pero las expectativas son altas.
A continuación, ofrecemos cuatro claves para aquellos inversores que intentan equilibrar una visión positiva de los mercados con cierta cautela.
1. El ambiente está muy enrarecido
Los mercados de renta variable llevan subiendo desde finales de 2022. Los inversores se preparaban para una recesión y el índice S&P 500 empezaba a despegar, con subidas del 26,2% en 2023 y del 25,0% en 2024. Es la primera vez que el índice registra dos años consecutivos con subidas superiores al 20% desde los años 1998 y 1999, tras la burbuja de las puntocom.
Sin embargo, cualquier comparación con la burbuja tecnológica de 1999 debe considerarse en contexto. Los gigantes tecnológicos actuales están generando un sólido crecimiento de los beneficios. Por ejemplo, NVIDIA, que se encarga de fabricar los semiconductores más avanzados que se utilizan en inteligencia artificial, multiplicó por dos sus beneficios con respecto al año anterior, hasta alcanzar los 19.300 millones de dólares en el trimestre que finalizó el 31 de octubre.
Eso no significa que los inversores deban prepararse para una fuerte caída de los mercados. El contexto económico sigue siendo positivo en términos generales, impulsado por un sólido crecimiento de los salarios, unos tipos de interés estables y un gobierno con una agenda favorable al crecimiento.
Si analizamos la rentabilidad registrada por el índice S&P 500 desde 1928, vemos que la rentabilidad fue positiva durante el 73% del tiempo, una media de tres de cada cuatro años. La rentabilidad total anual fue negativa solo en un 27% de los años analizados.
Las altas expectativas de las compañías que dominan actualmente el mercado se han traducido en un nivel elevado de valoraciones, tanto en lo que respecta al mercado en general como a muchas compañías tecnológicas. El ratio precio-beneficios del índice S&P 500 se situaba en 27,7 el pasado 31 de enero de 2025. Los analistas aseguran que las valoraciones vuelven a ser importantes y que la cotización de muchas compañías refleja un escenario de excesivo optimismo, algo que lleva a esperar una menor rentabilidad en el futuro.
2. Los mercados siempre sorprenden
Las elevadas valoraciones, junto con la importante concentración de las ganancias de mercado en unas cuantas tecnológicas estadounidenses, podrían estar incrementando el riesgo.
La fuerte caída que registraron los mercados el pasado 27 de enero se produjo al conocerse que una nueva tecnológica china, DeepSeek, había desarrollado un chatbot a un coste muy inferior al de las principales herramientas de inteligencia artificial estadounidenses. La noticia puso en tela de juicio la necesidad de invertir miles de millones de dólares en infraestructuras de inteligencia artificial. NVIDIA y el fabricante de chips Broadcom estuvieron entre las compañías más afectadas, con una caída del 17%. Otras compañías relacionadas con la inteligencia artificial, desde empresas tecnológicas a generadores de energía y compañías industriales, también registraron fuertes caídas.
Así, estamos en un paradigma diferente. Por ejemplo, con respecto a muchas de las grandes tecnológicas, hay una dinámica evidente de compañías dominantes. Algunas de estas compañías tienen un gran margen de crecimiento, mientras que otras resultan menos atractivas por su nivel de valoración o sus ventajas competitivas.
La imposición de aranceles por parte del gobierno de Trump sobre una serie de productos, como los productos agrícolas, las piezas de automóviles o los smartphones, provocó otra venta masiva en los mercados ante la preocupación por una posible guerra comercial. La aplicación de aranceles a los productos procedentes de Canadá, México y China, y la amenaza de aranceles en represalia, no ha hecho, sino, aumentar la incertidumbre. Sin embargo, el 4 de febrero se anunció la interrupción de los aranceles previstos sobre Canadá y México.
Aunque aún no está claro cuál será el impacto de la política de aranceles ni de los avances de DeepSeek, ambas cuestiones nos han servido para recordarnos que, en los mercados, las sorpresas no son tan sorprendentes. Por otra parte, las compañías con valoraciones elevadas pueden verse afectadas por noticias que se consideran solo ligeramente negativas.
3. El mercado cae con cierta regularidad
Aunque las caídas no son agradables, cabe señalar que la volatilidad de los mercados no ha sido excesiva. En un contexto de máximos históricos, la mayor caída que registró el índice S&P 500 en 2024 fue de aproximadamente el 8%, y el mercado se recuperó pocos días después.
Sin embargo, si analizamos los datos históricos, observamos que las caídas del mercado se producen con una cierta regularidad. Las correcciones, que son caídas del 10% o más, se han producido más o menos una vez cada 18 meses y las caídas del 5% o más han ocurrido unas dos veces al año.
Así, los inversores deberían prepararse para la posibilidad de que se produzca una corrección en 2025.
4. Es un buen momento para el equilibrio
En el contexto actual, es posible que sea el momento de que los inversores traten de encontrar un equilibrio entre el crecimiento y la preservación del capital. ¿Cómo se hace eso?
Ya no estamos en un mercado binario. No podemos centrarnos en un único sector, una clase de activos o un país. Hoy es fundamental identificar oportunidades de crecimiento y de valor, en Estados Unidos y el mercado internacional, entre las compañías de gran capitalización y las de pequeña capitalización.
Por eso hay que fijarse tanto en las compañías que favorecen los inversores como en las más olvidadas. En otras palabras: encontrar oportunidades de inversión en las grandes tecnológicas, pero también en compañías financieras, industriales e incluso energéticas.
Aunque el enfoque defensivo no está siempre de moda, es bueno a ceñirse a él. Ahora que se alcanzan nuevos máximos cada día puede parecer algo menos atractivo, pero resultará valioso en algún momento. En la actualidad, hay oportunidades de inversión en compañías sólidas, como ciertas empresas de generación de energía o consultoría empresarial, que no cuentan con las llamativas valoraciones que vemos entre las grandes tecnológicas.
Puede que no ocurra en 2025, pero sabemos que los mercados bajistas van y vienen. Cuando llegue, ahí es cuando los inversores reconocerán la importancia de adoptar un enfoque más defensivo y enfocado en dividendos.
Los periodos de volatilidad de los mercados son inevitables, pero no permanentes. Cuando los mercados caen, pueden verse más afectados por noticias que son solo ligeramente negativas. Para los inversores pacientes que mantienen el equilibrio en sus carteras y se enfocan en el largo plazo, la inestabilidad de los mercados no es más que un ruido de fondo.
Tribuna de Martín Romo, investment director de Capital Group, y de William Robbins, gestor de renta variable de Capital Group