Junto con el sistema público de pensiones, que en España es de reparto, existen otros dos pilares, constituidos voluntariamente y complementarios a las prestaciones correspondientes a la Seguridad Social, que sustentan el futuro de las pensiones en nuestro país: los planes de ahorro individual en vehículos privados y aquellos promovidos por las empresas y asociaciones, los llamados planes de empleo y planes asociados. Estos se integran en fondos de pensiones, que son patrimonios creados al exclusivo objeto de dar cumplimiento a los planes que lo forman y cuya administración se encomienda a las sociedades gestoras, que entre sus responsabilidades tienen el invertir los ahorros de los partícipes en diferentes instrumentos financieros, de acuerdo con la vocación y política inversora de los planes.
Cada fondo de pensiones requiere de una figura independiente, que ejerza la vigilancia de la sociedad gestora ante los promotores, partícipes y beneficiarios y se encargará de garantizar la transparencia, eficiencia y seguridad de estos productos privados. Estas entidades son los depositarios.
Sin embargo, es posible que algunos participes no estén familiarizados con esta figura o les sea difícil percibir su labor y comprender sus funciones y responsabilidades, ya que su actividad se realiza principalmente en plano institucional y no es muy visible al público general.
Desde CACEIS, el grupo bancario de servicios de activos de Crédit Agricole y Santander, recordamos que, aunque la labor del depositario no sea muy conocida por los partícipes del fondo de pensiones, su presencia es fundamental para la seguridad y protección de sus activos. De cara a garantizar que el ahorro aportado por los partícipes está correctamente protegido y al margen de las posibles insolvencias de las entidades gestoras, el Reglamento de planes y fondos de pensiones atribuye a los depositarios una serie de responsabilidades, entre las que destacan la custodia de los valores y activos financieros que conforman el patrimonio, la confirmación de que los activos del fondo de pensiones estén registrados y valorados correctamente, o la verificación de que las transacciones se realizan de acuerdo con la regulación y la declaración de políticas de inversión del fondo. Además, el depositario está regulado y por tanto sujeto a requisitos de transparencia y rendición de cuentas ante el regulador, comisiones de control y sociedad gestora, y debe informar sobre cualquier irregularidad, problema o preocupación que detecte en su actividad supervisora.
La presencia de un depositario independiente de la gestora es importante para proteger los intereses de los partícipes y garantizar que los activos del fondo de pensiones sean administrados de manera adecuada y responsable. Al tener un depositario, el fondo de pensiones puede tener mayor confianza en la seguridad y la integridad de sus inversiones, lo que a su vez puede mejorar su desempeño y proteger el valor de los ahorros de los trabajadores.
Ahorro paralelo al primer pilar
Si bien es cierto que todo lo anterior podría percibirse como un valor añadido que incentivara el ahorro privado hacia el segundo y tercer pilar, reforzando nuestro sistema de pensiones y complementando las prestaciones ofrecidas por el sistema público de reparto, la realidad nos dice lo contrario.
Como anunciaba Banco de España el pasado 10 de mayo en su informe anual, “el profundo cambio demográfico en el que la población española está inmersa supondrá, en las próximas décadas, un notable aumento del gasto en pensiones, pero también del gasto en sanidad y en cuidados de larga duración”, lo cual pone de relieve la importancia de un ahorro paralelo a la pensión.
Sin embargo, la progresiva disminución en España de los beneficios fiscales, así como la rebaja de las aportaciones que generan una reducción en la base imponible del IRPF de las aportaciones, podrían explicar el declive en el volumen de aportaciones en los últimos años. En este sentido, Banco de España apunta que “en 2022 las aportaciones al sistema individual habrían caído en un 60,4% con respecto a dicho año, mientras que las aportaciones al sistema de empleo habrían descendido un 6,4%. De este modo, el conjunto de aportaciones a sistemas de pensiones privados habría caído en un 48,5% durante este período“.
De cara al futuro, y como novedad positiva de 2022, desde CACEIS destacamos la aprobación de la ley de impulso de los fondos de pensiones de empleo de promoción pública (FPEPP), si bien coincidimos con la entidad central en la necesidad de ajustar la regulación de estos vehículos de cara a preservar el papel tan importante del ahorro privado en el mantenimiento de nuestro sistema de pensiones.
Tribuna de Antonio Torre-Marín, Head of Depositary Control en CACEIS.