La Gran Inestabilidad es la etiqueta que elegimos el año pasado para describir la fragilidad de la sociedad moderna. Desde su inicio, consideramos que la pandemia de coronavirus no era una anomalía o una excepción a la regla, sino que encajaba de forma natural en dicho marco.
El artículo original, elaborado en marzo, abordaba este tema a través de cinco lecciones principales. Ahora repasamos lo que nos han enseñado los últimos seis meses sobre la Gran Inestabilidad y reflexionamos sobre cada una de estas cinco lecciones.
1. El riesgo de sucesos extremos
Nuestra premisa principal era que la pandemia no debía considerarse como la excepción que confirma la regla, sino como la última de una larga serie de conmociones. Aunque esto sigue siendo así, la envergadura del desplome económico desencadenado por la crisis convierte a 2020 en un año excepcional. El impacto de esta montaña rusa todavía es palpable, y es poco probable que volvamos a los niveles de actividad previos a la pandemia hasta que no exista una vacuna y un estímulo sostenido de las autoridades.
2. Un ecosistema frágil
La pandemia ha supuesto una llamada de atención, tanto para las empresas como para los gobiernos, sobre la fragilidad de nuestra economía compleja, interconectada y cada vez más globalizada. La preocupación en torno a la resiliencia de las cadenas de suministro ha sido un catalizador de la repatriación generalizada de producción manufacturera en industrias clave. El auge del teletrabajo ha exacerbado esta fragilidad al amplificar la dependencia de la industria en la tecnología.
3. Un papel para el Estado
En las democracias liberales y de libre mercado, la pandemia ha obligado al Estado a jugar un papel prominente en la gestión de la crisis, la movilización de recursos, la implementación de medidas fiscales y la redefinición de cómo vivimos. Aunque todo esto ha sido necesario para salvar vidas, está claro que algunos gobiernos han abordado la situación de forma más eficiente que otros. Los estados patricios parecen haber estado mejor preparados que las administraciones populistas, pero la tan esperada distribución de una vacuna segura y eficaz podría ser la verdadera prueba de esta hipótesis.
4. La única alternativa ha terminado
Previamente, argumentábamos que los bancos centrales habían agotado la mayor parte de su munición monetaria antes de que estallara la pandemia, y esta predicción acabó cumpliéndose. Los tipos de interés se recortaron allí donde fue posible, y las compras de deuda adicionales lograron devolver la calma a unos mercados disfuncionales. Sin embargo, las proyecciones sugieren que los bancos centrales del universo desarrollado tienen pocas posibilidades de actuar, al anticiparse niveles de paro elevados y una inflación demasiado baja durante un periodo prolongado. Así, el papel del banco central ha quedado relegado al de un defensor apasionado del estímulo fiscal.
5. El día de mañana
El brote de coronavirus ya ha causado profundos cambios en la sociedad, pero no está claro cuánto tiempo durarán mientras no se supere la crisis. Dicho esto, todo apunta a que el teletrabajo va a convertirse en la nueva normalidad, y es probable que el abandono del empleo concentrado en los centros urbanos acelere otros cambios sociales. Al mismo tiempo, la rápida expansión de los balances de los bancos centrales para respaldar un mayor gasto fiscal plantea preguntas en torno a la sostenibilidad de los niveles de endeudamiento. El fin de la actual era de predominio monetario podría suscitar temores de inflación y desencadenar una fuerte corrección de los precios de los activos.
Nuestro repaso exhaustivo a estas cinco lecciones nos lleva a la conclusión de que la inestabilidad seguirá siendo el tema dominante, con lo que los inversores necesitan adoptar una perspectiva a largo plazo. Esto encaja con nuestro enfoque, porque en BNP Paribas Asset Management estamos acostumbrados a investigar antes de invertir y a examinar las cosas desde distintos ángulos.
Tribuna de Richard Barwell, director de estrategia y análisis macroeconómico de BNP Paribas AM
Para leer la versión completa del artículo de opinión, en el que Barwell evalúa estas cinco lecciones clave en mayor detalle y reflexiona sobre la Gran Inestabilidad y el impacto del COVID-19, pulsa aquí.