Nuestros océanos están en crisis, en gran medida a causa de la dañina actividad humana. A lo largo de los siglos hemos contaminado las azules aguas, creado islas de basura, diezmado las poblaciones de peces y mamíferos y erosionado vastas extensiones de arrecifes de coral. Por ello está claro que es necesario reorientar de forma urgente la financiación hacia la restauración, protección y gestión activa de los bienes marinos, que se encuentran entre los recursos naturales más importantes del mundo.
Si se gestionan de forma sostenible, los océanos pueden representar un importante patrimonio, con la capacidad de proporcionar beneficios significativos tanto a la sociedad como a las empresas. En BMO Global Asset Management creemos que el único camino real para avanzar es la colaboración, y que todas las partes interesadas -empresas, inversores y reguladores- tienen un valioso papel que desempeñar.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el valor global del océano como activo asciende a 24 billones de dólares. Unos 2,5 billones de dólares en bienes y servicios proceden cada año de los entornos costeros y oceánicos, y 3.000 millones de personas dependen del pescado como principal fuente de proteínas animales.
Al mismo tiempo, cada año se vierten 8 millones de toneladas de plástico en las aguas del mundo, y la mitad de sus arrecifes de coral han desaparecido, también según WWF. El océano absorbe el 30% de nuestras emisiones de CO2, lo que ayuda a “tragar” parte de nuestra contaminación, pero también provoca una importante contaminación de la vida natural.
A pesar de las preocupantes cifras de los titulares, creemos que el océano puede regenerarse y que la transición a una economía «azul» puede crear abundantes beneficios sociales y económicos. Por ejemplo, si se gestionara de forma sostenible, la cosecha marina mundial podría aumentar un 13% respecto a sus niveles actuales.
Pasar a este nuevo conjunto de prácticas significa fomentar las tecnologías limpias, invertir en energías renovables y apoyar el flujo circular de materiales para reducir los residuos. Implica restaurar, proteger y mantener los ecosistemas marinos. En la práctica, para los inversores, significa centrar nuestros esfuerzos en la reconstrucción de los activos naturales, el fortalecimiento de la resiliencia del océano y el apoyo a los nuevos desarrollos y enfoques que sustentan la transición.
En BMO Global Asset Management nos basamos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para ayudarnos con nuestro enfoque de inversión y nuestro compromiso con las empresas. El ODS 14, conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos, es el más directamente relacionado. Sin embargo, hay muchos otros que también son relevantes, como el ODS 2 en relación con los sistemas alimentarios sostenibles, el ODS 3 y el ODS 6 vinculados con la contaminación de las fuentes de agua, y el ODS 9 y el ODS 11, relacionados con la infraestructura sostenible.
Nuestro compromiso se centra en tres áreas principales. Exploramos la pérdida de biodiversidad; examinamos el cambio climático, en áreas como la financiación de las industrias intensivas en carbono y el transporte marítimo; y examinamos la contaminación y el efecto de los envases y los productos químicos, así como la gestión de residuos.
Una muestra de la amplitud de nuestra red es nuestro compromiso con Vitasoy International Holdings, una empresa de alimentos y bebidas que opera en el sector de los productos básicos de consumo, principalmente en Asia. La empresa, fundada en 1940, vende una variedad de productos -sobre todo leche de soja- en 30 mercados, y sus ingresos están vinculados al ODS 2.1. Hemos colaborado con Vitasoy en varias cuestiones, como la gestión de su cadena de suministro y su política de deforestación, pero ha sido el envasado lo que nos ha preocupado en términos de sostenibilidad de los océanos. Tras animar a la empresa a aumentar el uso de envases reciclables, a eliminar los plásticos de un solo uso y a invertir en su infraestructura local de gestión de residuos, nos complace haber alcanzado varios hitos en nuestros objetivos de intervención.
Vitasoy ha mejorado su enfoque para abordar el impacto medioambiental de los envases, incluyendo la realización de una evaluación del ciclo de vida del plástico, el vidrio y el papel de cartón. También ha mejorado el embalaje de algunas de sus botellas de plástico reciclables para hacerlas más ligeras, lo que ha contribuido a reducir el uso de plástico de la empresa en 90 toneladas el año pasado.
Vitasoy es un buen ejemplo de los cambios positivos que pueden derivarse del compromiso de las empresas con la mejora de la salud de los océanos, y esperamos ver muchos más a medida que los inversores despierten a la importancia de restaurar y mantener unos entornos marinos saludables.
Tribuna de Jamie Jenkins, director general y codirector de renta variable en BMO Global Asset Management
Hablemos de riesgo
El valor de las inversiones y los ingresos derivados de ellas pueden subir y bajar de igual manera, por lo que podría darse el caso de que los inversores no recuperasen la cantidad original invertida.
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