En noviembre de 2019, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) anunció sus planes para contener el crecimiento de la inversión responsable mediante la publicación de dos propuestas de enmiendas a las normas. Estas enmiendas abordan las preocupaciones sobre la exactitud y transparencia de la asesoría de voto y la modernización del proceso de propuestas de los accionistas. De ser adoptadas, resultarían en un aumento de la carga regulatoria sobre los proxy advisors (en español, asesores de voto).
Estas propuestas han suscitado preocupaciones entre muchos inversores que consideran que se basan en un sesgo favorable hacia las empresas de la SEC, que a su vez parece creer que los inversores que tratan de abordar las cuestiones ASG en las empresas no lo hacen necesariamente en el mejor interés de sus clientes, sino que están impulsados por las consideraciones sociales o políticas de los proxy advisors.
¿Cómo propone regularlos la SEC?
Los asesores de voto, como Institutional Shareholder Services (ISS) o Glass Lewis, prestan servicios a los accionistas para ayudarles a votar en las reuniones de accionistas de la empresa. Además de asistir en la ejecución de las instrucciones de voto de sus clientes, proporcionan una investigación que aporta recomendaciones sobre cómo votar en diferentes puntos del orden del día, basándose en sus propias directrices de voto o en las políticas específicas de sus clientes.
En agosto de 2019, la SEC revocó una posición mantenida durante mucho tiempo y declaró que quienes publican investigaciones sobre la votación por asesoría y/o emiten recomendaciones se considerarán ahora participantes en una «proxy solicitation». Las reglas de la SEC definen una «solicitation» (solicitud) como una comunicación enviada a otros inversores para que voten de cierta manera.
La consecuencia de ello es que, en virtud de las leyes sobre acciones vigentes, quienes realizan solicitudes proxy están obligados a presentar públicamente todas las comunicaciones ante la SEC. Esto sería inconcebible para un asesor de voto, ya que socavaría su modelo comercial, al exigirle que divulgue públicamente su investigación patentada.
Para quedar exentos de estos requisitos, hay un conjunto nuevo de exigencias que deben cumplir los proxy advisors, entre ellos, ofrecer a las empresas la oportunidad de examinar los borradores de los informes y dar su opinión al respecto durante un período de hasta 13 días antes de enviarlos a los clientes.
¿Cuál es la visión de BMO?
En enero de 2020, BMO presentó una respuesta oficial a la consulta de la SEC sobre estas propuestas en algunos aspectos en particular:
- La propuesta de revisión de la empresa es poco práctica y reducirá el compromiso directo entre las compañías y los inversores. La mayoría de las reuniones de empresa se están llevando a cabo en el mismo periodo breve de la primavera y una ventana de 13 días para una revisión antes de la publicación podría ser un reto.
- La revisión obligatoria de la empresa podría comprometer la independencia de la investigación proxy. Parece contrario a la práctica establecida que se obligue a los asesores de voto a compartir sus informes completos, incluidas sus conclusiones y recomendaciones, en lugar de limitarse a la información fáctica.
- Estas propuestas aumentarían las barreras de entrada y podrían conducir finalmente a un monopolio. Al incrementar la carga regulatoria de los asesores, aumentando el riesgo de litigio y haciendo su ciclo de producción menos eficiente, creemos que la SEC está ampliando las barreras de entrada en una industria que ya es un duopolio.
¿Cómo propone cambiar el funcionamiento de las propuestas de los accionistas?
En el segundo grupo de regulaciones propuestas, la SEC tiene la intención de revisar los términos en los que los inversores pueden presentar propuestas de accionistas:
- Aumentar los umbrales de propiedad de acciones del requisito actual y no volver a permitir que un grupo de inversores agregue sus acciones para alcanzar el umbral.
- Elevando significativamente los umbrales que permiten que la misma propuesta se vuelva a presentar el año siguiente.
- Introduciendo una nueva regla de momentum que bloquea las propuestas en las que el apoyo disminuye en un 10% o más.
- Con el endurecimiento de la regla de «una sola propuesta», más gente debe asistir físicamente a la Junta General de Accionistas para presentar propuestas.
La SEC debería haber tomado la decisión final sobre la nueva propuesta en el segundo trimestre de este año, pero el coronavirus detuvo el proceso de aprobación. Con un nivel de oposición muy fuerte por parte de la comunidad de inversores, parece que las propuestas finales podrían ser enmendadas de alguna manera; sin embargo, es poco probable que sean desechadas completamente.
Aunque estamos de acuerdo con que es necesario aplicar el rigor a los fondos de inversión ASG para evitar el «green-washing», nos preocupa que, si las regulaciones son poco prácticas o inflexibles, podrían sofocar la innovación de productos para satisfacer las necesidades de los clientes.
Por último, hay un área en la que creemos que la SEC debería centrarse para mejorar la mecánica del mercado en EE.UU.: el llamado “proxy plumbing”. Este es el término utilizado para describir los procesos y sistemas por los que las instrucciones de voto de los inversores se transmiten, registran e implementan en las juntas de accionistas de la compañía. Existe un amplio acuerdo sobre que el sistema actual es ineficiente, opaco y, con demasiada frecuencia, inexacto.
Tribuna de David Sneyd, vicepresidente y analista de Inversión Responsable en BMO Global Asset Management