Podemos definir la tecnología blockchain de cualquier manera menos como una moda pasajera. En Ostrum AM creemos firmemente que esta tecnología provocará la mayor disrupción que la industria de gestión de activos haya visto en muchas décadas, y como ocurre con la mayoría de las revoluciones, la mayor parte de los actores de la gestión de activos no lo está viendo venir…
Pero ¿qué es la tecnología de cadena de bloques o blockchain? El blockchain se conoce comúnmente como tecnología de registros distribuidos. Puede describirse como una base de datos (pública o privada) compartida por diferentes usuarios que emplean tecnologías convencionales (cifrado, intercambios P2P) y que ofrece a los usuarios seguridad, integridad de los datos, registros de todas las operaciones y actualizaciones en tiempo real, de modo que cualquier cambio en los datos se distribuye instantáneamente sin la intervención de una autoridad centralizada.
Este último punto, “sin la intervención de una autoridad centralizada”, es lo que cambia todo. La ausencia de una autoridad centralizada convierte a la tecnología blockchain en una herramienta muy potente para la desintermediación de terceras partes. El sector de los servicios financieros está repleto de terceros de confianza. Consideramos, por tanto, que el efecto disruptor del blockchain irá mucho más allá de la gestión de activos para abarcar muchas otras áreas de los servicios financieros.
Dicho de forma muy sencilla, las ventajas de la desintermediación en la administración de algo que puede definirse en términos generales como un libro de registro son triples: mayor velocidad, menores costes y mayor transparencia. Cuantos menos eslabones tenga una cadena, más rápido avanzará un proceso por ella. Las entidades que constituyen cada eslabón de la cadena cobran por sus servicios. Por lo tanto, a menor número de eslabones, menores costes. Por último, cuantos más eslabones existan entre la gestora y el usuario final, menor visibilidad de ese usuario final. Al eliminar la necesidad de una autoridad centralizada, el blockchain reduce el número de eslabones en la cadena. En muchos mecanismos del sector de los servicios financieros intervienen bases de datos entrelazadas e interconectadas, de ahí que el blockchain pueda eliminar muchos eslabones en cadenas complejas, con las ventajas expuestas anteriormente.
¿Qué está pasando en la gestión de activos?
Entonces, ¿podría la tecnología blockchain alterar modelos de negocio consolidados en la gestión de activos? La complejidad de los mecanismos de distribución ha sido el obstáculo principal para una disrupción importante. Los observadores se preguntan con frecuencia por qué los FANG no han conseguido todavía hacer incursiones en este sector. La razón principal es que en el estado actual de las cosas, entrar en estas cadenas de distribución es demasiado engorroso y costoso. Los FANG buscan modelos más sencillos que desintermediar. Con sus múltiples estratos de intermediarios y el dédalo de los requisitos de conocimiento del cliente, el modelo de distribución de la gestión de activos no es sencillo y no permite atajos. Así es como crea una barrera a la entrada y la disrupción.
En un plano más general, no creemos que los FANG quieran participar en las actividades de inversión de las gestoras de activos, del mismo modo que no han querido escribir libros, rodar películas o componer música. Lo que probablemente más les intereses e desintermediar la distribución tradicional y colocarse ellos en la posición de cobradores de peajes. Eso es lo que Amazon hace con gran cantidad de productos o lo que Apple hace con la música y las películas. Su ventaja competitiva es su inmenso acceso a los clientes finales a través de sus plataformas actuales. La industria de la gestión de activos ha estado protegida hasta ahora debido a la complejidad de los mecanismos de distribución.
El blockchain podría cambiarlo radicalmente al simplificar espectacularmente los circuitos de distribución, como hemos descrito antes. He ahí el factor revolucionario potencial. Una vez que la contratación de un fondo de inversión sea cuestión de minutos, en lugar de días, la puerta estaría abierta para que los FANG desintermediasen el proceso de contratación de fondos. El desarrollo de tecnologías complementarias, como los robo-advisor, la inteligencia artificial y el big data, podría mejorar enormemente su posición.
En nuestras conversaciones con los actores del sector, hemos oído a menudo que los amenazados por esta tendencia no tienen incentivos para adoptar la tecnología blockchain. Por supuesto que no. Sin embargo, la historia demuestra que una vez que el genio del cambio tecnológico ha salido de la lámpara, no se le puede volver a introducir en ella. Si no, pregúntenle a Eastman Kodak: ellos inventaron la cámara digital. Sentarse e intentar enterrarla fue un ejercicio que terminó volviéndose contra ellos. Si una tecnología ofrece importantes ventajas, como ocurre con el blockchain en la gestión de activos, es inevitable que termine adoptándose.
En Ostrum AM hemos estado ocupados preparándonos para la tormenta que se avecina, intentando anticiparnos a las posibles consecuencias y estudiando cómo podemos adaptarnos. Animamos a otros actores del sector a que hagan lo mismo.
Columna de Matthieu Duncan, CEO de Ostrum AM, gestora afiliada de Natixis IM