El mercado de ETFs de renta fija ha tenido un crecimiento notable a nivel global alcanzando la cifra de USD $1.5 trillones en mayo de este año. La demanda por estos productos es significativa teniendo en cuenta que en junio de 2019 se había alcanzado la cifra de USD $1 trillón y se pronosticaba que tomaría cinco años para duplicar este monto1. El auge por los ETFs de renta fija se está dando por cuatro tendencias estructurales o de largo plazo: la evolución en la construcción de portafolios, el aumento en la adopción por parte de inversionistas institucionales, la innovación constante en los ETFs y una modernización del mercado de bonos.
En el último año, hemos visto que la pandemia global solo ha acelerado la adopción de ETFs de renta fija. En la búsqueda de eficiencia y un aumento dramático en la tecnología para pricear cientos de bonos de manera simultánea e inmediata, los mercados de deuda se han “electronificado” asemejando cada vez más a los mercados accionarios. Por otro lado, con el fin de obtener liquidez y transparencia, los inversionistas cada vez más están utilizando los ETFs como parte del arsenal para navegar los mercados. De igual forma, los inversionistas están activamente utilizando los instrumentos indizados o de beta para construir portafolios de manera rápida y barata para enfocar su esfuerzo en la búsqueda de alfa2. Finalmente, en la medida que los activos administrados bajo esta modalidad han aumentado, también se ha visto un incremento en la oferta de ETFs de renta fija desde opciones tradicionales de deuda corporativa y tesoros, hasta productos con un enfoque ESG, o productos hedgeados a distintas monedas.
Latinoamérica no ha sido ajena a esta transformación. Inversionistas de todo tipo, desde fondos soberanos hasta inversionistas individuales, han visto subir el peso de los ETFs en sus carteras y esto les ha permitido no solamente construir portafolios de manera eficiente y precisa, si no también navegar condiciones de liquidez bastante únicas en los últimos 15 meses. La iliquidez de marzo de 2020 es un ejemplo. Sin embargo, aún más notable son los retos que los fondos de pensiones han tenido en la región, donde varios gobiernos utilizaron los retiros de las cuentas de pensiones como herramienta de mitigación del impacto económico sobre el empleo. Los fondos de pensiones han visto un incremento significativo de peticiones de retiros obligando a buscar herramientas que otorguen flexibilidad y acceso a la liquidez de manera inmediata y transparente. También hemos visto un crecimiento significativo, por ejemplo, en México por el uso de productos hedgeados al peso mexicano, que les permite a los inversionistas locales complementar sus portafolios en pesos con activos que tienen muy baja correlación con las tasas y spreads corporativos locales.
A pesar de que hemos visto el mercado de deuda comenzar con una tendencia negativa este año, con un movimiento significativo en los bonos del tesoro, los inversionistas han podido navegar los mercados tan cambiantes. En la medida que veíamos el bono del tesoro llegar a 1.75%, muy por encima de los 0.50% de agosto del año pasado, los flujos hacia ETFs de bonos de gobiernos fueron negativos en USD $4bn en enero y USD $3.4bn en febrero. Sin embargo, los productos ligados a inflación han visto entradas por más de USD $17.7bn a nivel global. En la medida en que las tasas se han estabilizado a partir de abril, hemos visto entradas en productos de High Yield, lo que muestra el enfoque del mercado en la recuperación económica y en las peculiaridades de este reinicio económico que debería beneficiar a ciertos sectores como transporte, energía y bienes de consumo. Lo mas interesante es que los flujos netos han sido positivos, a pesar de salidas notables en productos que contengan bonos del tesoro o crédito que también vieron salidas en febrero y marzo como lo muestra la gráfica. Al 20 de mayo de 2021, los flujos globales hacia ETFs de deuda han sido positivos en $88 billones.
Flujos Globales de ETFs de Deuda
Fuente: BlackRock, al 20 de mayo del 2021.
En lo que resta del año, podemos esperar que los inversionistas se sigan enfocando en seguir los números de empleo e inflación y si el progreso de vacunación permite seguir avanzando en la reapertura y normalización. Probablemente se sigan enfocando como hemos visto recientemente en productos como convertibles (iShares Convertible Bond ETF), High Yield (iShares USD High Yield Corp Bond UCITS ETF), Fallen Angels (iShares Fallen Angels High Yield Corp Bond UCITS ETF) y deuda emergente (iShares J.P. Morgan USD EM Bond UCITS ETF) cuyos precios son más sensibles al crecimiento económico.
Tribuna de Benjamin Souza, Director en BlackRock y estratega de renta fija para América Latina.
1. BlackRock, Primed for growth: Bond ETFs and the path to $2 trillion
2. BlackRock, Shifting the course on bond portfolios.