Las minutas de la última reunión de la Reserva Federal parecen sugerir que, a pesar de que hubo desacuerdo con respecto a la inflación futura en EE.UU., subirán la tasa en diciembre. En este caso, el mercado ahora tiene incorporado en su totalidad un alza de 25 puntos base (pbs) para la tasa de fondos federales en la próxima reunión del 13 de diciembre. Las minutas de la última reunión de política monetaria de Banxico mostraron en la discusión que la mayoría de sus miembros creen adecuado mantener el diferencial de tasas con la Reserva Federal, especialmente, a la luz de los mayores riesgos para la inflación.
El nuevo gobernador puede inclinar la balanza en cualquier dirección, pero su compromiso con la inflación será fuertemente analizado. El mercado ya está incorporando una subida para el mes de diciembre con un 50% de probabilidad y un alza completa de 25pbs para la reunión de febrero. En vista de la inflación de la 1Q Nov, que sobrepasó el consenso del mercado y a la seguridad de Banxico ayer de que la inflación general ya estaba en una tendencia descendente hacia el objetivo, preferimos que el alza sea tan pronto como en la próxima reunión. Banxico se mostró muy preocupado por que las expectativas de inflación no aumenten debido a la dificultad que está teniendo la inflación para converger al objetivo de 3,0%. En las minutas, incluso uno de los miembros mostró serias dudas de que el objetivo podría alcanzarse tan pronto como el próximo año. En este momento, nuestro pronóstico para la inflación anual general del próximo año se ubica en 4,6%.
De acuerdo con nuestra regla de política monetaria, ahora vemos la tasa de referencia teórica en 7,25% para fines de enero del próximo año, cuando la inflación general cae a 5,3% debido a efectos base. En este caso, podríamos ser indiferentes entre una subida en diciembre o febrero, como el mercado está debatiendo en este momento. Pero ir con la Fed es la propuesta menos arriesgada, especialmente teniendo en cuenta los aún inciertos resultados de la negociación del TLCAN, la reforma fiscal en EU y las elecciones presidenciales. Los tres podrían potencialmente depreciar el peso mexicano además de cerrar el diferencial con la Fed en un entorno de inflación que ya se está deteriorando.
Columna de Finamex escrita por Guillermo Aboumrad