El pasado 25 de octubre se actualizó el régimen de inversión de las Afores, aumentando el límite de inversión en instrumentos estructurados del 20% al 30%, de acuerdo con el boletín de prensa de la CONSAR. Esta expansión está sujeta a las condiciones que el regulador defina en la Circular Única Financiera (CUF).
En las próximas fechas se espera que se establezcan criterios sobre el destino de estos recursos que podrían canalizarse hacia proyectos de infraestructura estratégica en México o establecer límites prudenciales para invertir en alternativas locales e internacionales, con el fin de diversificar el portafolio y mejorar el rendimiento de los fondos de retiro de los trabajadores.
Actualmente, el 10% de los activos gestionados por las Afores equivale a cerca de 35.000 millones de dólares, una suma considerable. Sin embargo, la asignación de esta nueva capacidad será gradual. En los últimos seis años, la proporción de inversión en estructurados apenas creció en 2,2 puntos porcentuales, pasando de 6,1% en 2018 a 8,3% en septiembre de 2024, lo que representa un aumento anual promedio de solo 0,4%.
A septiembre, las Afores administran aproximadamente 345.762 millones de dólares, distribuidos de la siguiente manera:
- 64% en deuda (50% en valores gubernamentales, 13% en deuda corporativa y 1% en deuda internacional);
- 20% en renta variable (14% internacional y 6% local);
- 8% en estructurados, categoría que incluye inversiones alternativas como CKDs y CERPIs, con una estimación propia de 4% en inversiones locales y 4% en internacionales. Si se consideran los recursos comprometidos, este porcentaje se eleva
a casi el 18% en alternativos.
Del 4% en inversiones locales, aproximadamente el 2% está en CKDs en sectores como infraestructura y energía.
A pesar del avance en diversificación desde la creación de las Afores en 1997, cuando el 100% de los recursos se invertían en deuda, el camino hacia una diversificación plena sigue en curso.
Desde el lanzamiento del primer CKD en 2009 hasta junio de 2024 (Fuente: Consar. Informe Trimestral. 2T 2024. Pag. 34), el rendimiento promedio de las Afores ha sido del 8,1%, con una contribución del 0,2% de las inversiones en estructurados. Aunque el incremento del límite de inversión del 20% al 30% tomará tiempo en materializarse, el destino de estos recursos será clave para la rentabilidad a largo plazo de las Afores.
Actualmente, de los 89 administradores activos, 64 gestionan 135 CKDs y 25 administran 212 CERPIs. Las inversiones en CKDs generalmente han estado bajo la administración de un solo gestor, aunque en algunos casos hay dos gestores involucrados. En los CERPIs, hay más de 50 fondos distribuidos en diversos sectores, aunque algunas Afores tienen más o menos exposición según su perfil de inversión.
En cuanto a rendimientos, 37 de los 133 CKDs existentes presentan una TIR superior al 8% (lanzados en 2009), y 32 de los 210 CERPIs superan ese rendimiento (inversiones internacionales desde 2018). De los 13 CKDs que ya han vencido (valor de mercado cero), cinco lograron una TIR superior al 8%.
Actualmente, 14 administradores gestionan CKDs en infraestructura y energía que acumulan 8.686 millones de dólares, con compromisos de 12.971 millones. Diez de estos gestores manejan al menos dos CKDs.
La diversificación de las AFOREs adquiere mayor relevancia si se considera que las reformas a las contribuciones de los trabajadores de 2020, aumentará los activos en administración.
De acuerdo con el análisis: “Mexico pensión fund system overhaul: Afores in the spotlight” de JP Morgan Asset Management, publicado en febrero 2024, proyectan que los activos administrados por las Afores alcancen los 451.000 millones en 2026 y hasta 659.000 millones de dólares en 2030.
La decisión de cómo se invertirá el 10% adicional autorizado será un factor crucial para el desempeño futuro de los fondos de retiro de los trabajadores, marcando una oportunidad importante para optimizar el rendimiento de las Afores.
Tribuna del experto Arturo Hanono para Funds Society