La desaceleración observada en el mercado europeo de ETFs en marzo se mantuvo hasta el cierre de junio. Así, las entradas sólo ascendieron a 5.000 millones de euros en el segundo trimestre, frente a los más de 21.000 millones de euros en el trimestre anterior.
En el mercado de renta variable han surgido dos movimientos principales. Por un lado, las exposiciones globales y a Estados Unidos han mantenido su impulso del primer trimestre recogiendo respectivamente 5.500 y 4.500 millones de euros en los últimos tres meses. Por otro lado, para Europa, Japón y emergentes se ha invertido la tendencia, cayendo los activos durante este mismo período.
Por eso, Amundi cree que se pueden sacar las mismas conclusiones para las exposiciones sectoriales y factoriales: El sector financiero y los ETFs Smart Beta experimentaron salidas en el segundo trimestre, pero mantienen flujos positivos en 2018 gracias al buen comienzo de año.
Por último, la inversión socialmente responsable sigue siendo un tema prometedor, aunque también ha sido víctima de una ligera desaceleración en cuanto a suscripciones en el último periodo.
Deuda pública
En renta fija, las convicciones de los inversores son mucho menos marcadas y las asignaciones han tendido a equilibrarse recientemente.
En cuanto a la deuda pública, sólo los países emergentes sufrieron salidas de flujos, al contrario que en Europa, Estados Unidos y el resto del mundo.
La situación también se invirtió en el caso de los bonos corporativos que, tras haber perdido más de 2.500 millones de euros a principios de año, registraron flujos ligeramente positivos en los últimos tres meses.
Por último, más de una cuarta parte de las entradas de ETFs en el segundo trimestre se destinaron a materias primas, que se beneficiaron en gran medida de la subida de los precios del petróleo y metales.
Puede ver el vídeo analizando las tendencias en ETFs a junio 2018.