En 1972, se estrenó la película clásica de Francis Ford Coppola, El Padrino. Con ella, el mundo vino a conocer un conjunto de personajes únicos, diálogos increíbles (quién puede olvidar: «Deja el arma…. toma los cannoli») y una familia muy tradicional y secreta centrada en la idea de que todo lo que le sucede a la familia, se queda dentro del núcleo familiar.
Esta última noción fue cristalizada en la famosa escena cuando Sonny es regañado por su padre, Don Corleone, por hacerle saber a un oponente cuáles eran sus pensamientos. Don Corleone le dice a su hijo mayor: «Nunca le digas a nadie fuera de la familia lo que estás pensando». Justo ahí nació otra línea clásica.
El Padrino es una de mis películas favoritas, como capaz se han percatado. Soy de la opinión de que incluso después de casi 50 años, la película en sí sigue siendo relevante por muchas razones. Pero ¿qué tiene que ver esto con los mercados financieros y la regulación detrás de ellos?, una palabra: Archegos.
Durante las últimas dos semanas, ha habido mucho en las noticias en torno a la volatilidad del mercado causada por Archegos, las pérdidas financieras para todas las contrapartes involucradas y el impacto general en el bienestar del mercado. Muchos informes están haciendo las mismas preguntas sobre qué sucedió y por qué tantos participantes del mercado fueron tomados por sorpresa. No hay una sola respuesta a esto, pero mucho tuvo que ver con lo que es Archegos y cómo funciona.
Como ahora sabemos, Archegos es el family office de Bill Hwang. Hwang es una figura muy conocida en los círculos de Hedge Funds. Un cristiano devoto (de hecho, Archego en griego significa el Líder o Príncipe, pero en la Biblia la palabra se ha encontrado como una referencia para Jesucristo), comenzó su carrera de gestión de dinero con Julian Robertson, para luego administrar el fondo Tiger Asia y, a partir de ese entonces, estableció Archegos como su family office.
Hwang es un gestor de dinero muy exitoso. Según el Wall Street Journal, durante muchos años sus rendimientos oscilaron entre el 40% y el 80%. Los informes indican que Archegos gestionaba 10.000 millones de dólares de su riqueza personal.
Las estrategias más exitosas de Hwang fueron en torno a acciones individuales, cosa que plantea altos riesgos, ya que era mantener concentraciones en acciones individuales. Irónicamente, esta misma estrategia fue la que causó que Archegos sufriera una de las peores pérdidas de la historia reciente. Según los informes, durante los últimos 10 días de marzo, Archegos perdió aproximadamente 8.000 millones de dólares mientras trataba de cubrir pérdidas, llamadas de margen y proteger el capital restante. Esto desencadenó un efecto dominó de las contrapartes que vendían posiciones para cubrir margen que no estaba colateralizado, lo que aumentó aún más la presión del mercado. Al final se perdieron miles de millones de dólares en capital en cuestión de días.
Si bien la estrategia utilizada (sobre concentración), el nivel de margen que se estaba otorgando y la complejidad de las estructuras transaccionales utilizadas eran sin duda una sorpresa para muchos, el elemento más impactante alrededor de la historia de Archegos es la falta de transparencia en torno a su funcionamiento. Incluyendo, su tenencia y la posición financiera que estaba asumiendo. ¿Por qué es esto?, la respuesta es muy simple: estaba todo guardado en la familia.
Los Family Offices son uno de los últimos grandes participantes en el mercado que carecen de la transparencia que ofrecen las reglas y regulaciones de Valores de Estados Unidos. En otras palabras, debido a que Archegos es un family office, no está obligado a ser registrado ante la SEC en ninguna capacidad, ni como compañía de inversión, ni como asesor de inversiones. Por lo tanto, no está sujeto a los requisitos de divulgación exigidos por las leyes.
En concreto, el artículo 202(a)(11)(G)-1 de la Ley de Asesores de Inversiones excluye a las oficinas familiares de los requisitos de la ley. Por lo tanto, basado en esta sección, si una empresa sirve como gestor de dinero, pero; a) no tiene clientes que no sean clientes familiares, b) es totalmente propiedad/controlado por clientes familiares o por uno o más miembros de la familia y/o entidades familiares, y c) no se muestran al público como asesor de inversiones, entonces están excluidos de la definición de asesor de inversiones y no están obligados a ser registrados.
Por lo tanto, si una persona o entidad que asesora a otra y entra dentro de esta definición, entonces no hay ningún requisito para registrarse como asesor de inversiones independientemente de la cantidad de activos que están gestionando.
Además de estas disposiciones, el artículo 3(c)(1) y el artículo 3(c)(7) de la Ley de Compañías de Inversión proporcionan lo que comúnmente se conoce como la exención para «empresas de inversión privada». Esta exención se utiliza ampliamente para estructurar hedge funds y oficinas familiares. Esto se debe a que el artículo 3(c)(1) exceptúa de la definición de sociedad de inversión a cualquier emisor cuyos valores sean poseídos por no más de 100 personas. Por otra parte, el artículo 3(c)(7), exceptúa de la definición de compañía de inversión a cualquier emisor cuyos sean propiedad exclusiva de personas que sean compradores cualificados y que no realicen ni hagan una oferta pública de dichos valores. Una vez más, si usted es una empresa de inversión privada, no necesita hacer ninguna divulgación que se requiera de las empresas de inversión.
Por último, debido a que las transacciones que Archegos estaba utilizando eran permutas o “Total Return Swaps”, las disposiciones de divulgación transacciones en valores en virtud de la Ley de Bolsa de Valores de 1934 no se aplicarían, ya que Archegos no tenía la propiedad de los valores. Una vez más, las disposiciones sobre divulgaciones que sirven contra la manipulación del mercado contenidas en la ley, que de otro modo serían aplicables a los participantes en el mercado, no estaban disponibles.
A manera de ejemplo, Archegos no tenía que cumplir con el Formulario 13F que requiere informes trimestrales para divulgar posiciones en carteras de inversión de 100 millones de dólares o más, ni tenían que cumplir con el Formulario 13D/G que requiere divulgaciones de tenencia del 5% o más sobre valores que cotizan en bolsa de una empresa.
Finalmente, Archegos no tuvo que presentar informes (a veces llamados «informes de la Sección 16») por funcionarios, directores y propietarios del 10 por ciento o más de las acciones de una empresa públicas. Ahora, las disposiciones antifraude contenidas en las leyes, normas y reglamentos de valores seguirían aplicándose a los family offices como lo haría con cualquier otro inversor.
Claramente, estamos en una encrucijada en lo que se refiere a los inversores institucionales. La pregunta es: ¿la SEC va a imponer transparencia regulatoria a los grandes family offices que pueden causar daño sistémico al mercado?
Todavía es demasiado pronto para decirlo, pero sabemos algunas cosas que pueden inclinar la balanza hacia una mayor transparencia a través de medidas regulatorias. En primer lugar, las pérdidas resultantes de la debacle del Archegos no se limitaron al family office. Han impactado a las grandes instituciones, hasta ahora Credit Suisse y Nomura Holdings han sido las que han sufrido las mayores pérdidas (miles de millones de dólares). Pero también, no olvidemos que tenemos un nuevo presidente de la SEC que no es tímido acerca de asumir los desafíos regulatorios.
A medida que salga más información, el mercado y los organismos reguladores estarán en una mejor posición para evaluar el mejor enfoque para evitar que esto se repita con otras grandes oficinas familiares. Pero, por ahora y como aprendimos de los Corleone, todos los secretos se guardan dentro de la familia.