La decisión de contratar a un gestor activo supone, en el fondo, creer que los mercados son ineficientes. Sin embargo, en los últimos cinco años, los managers activos han ido perdiendo una significativa cuota de mercado a favor de los vehículos pasivos, lo que sugiere que los inversores ya no creen que los mercados sean ineficientes y en su lugar han adoptado la teoría de la «hipótesis del mercado eficiente».
De forma superficial puedo entender las razones. En este mercado en recuperación ha sido difícil generar alpha. Creo, sin embargo, que es nuestro trabajo como gestores de activos mostrar la ineficiencia de los mercados y distinguir entre lo que es coincidencia y causal cuando se trata de entender lo que verdaderamente hace subir o bajar las bolsas. También necesitamos ganar confianza en que durante un ciclo completo de mercado, los inversores en productos activos no están pagando de más por la beta del mercado.
Consideremos la frecuencia con la que los inversores alimentan su visión del mercado con los datos de la coyuntura económica. Una regresión estadística del crecimiento del PIB de un país con múltiples regiones frente a sus respectivos mercados de valores no mostró una relación entre ambos. Y, sin embargo, los inversores se quedan atrapados tratando de determinar cuándo va a subir los tipos de interés la Fed o cuáles serán los resultados de las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. y cómo puede afectar estos eventos a la cotización de las acciones. Se trata de una tesis de inversión de «yo también» que tiene unos resultados binarios. Eso no es en lo que se centran los stock pickers, porque no es importante para la generación de alfa.
Lo que direcciona los precios de las acciones a largo plazo -y lo que queremos entender como gestores activos- es valor de una empresa en estado de equilibrio, más los flujos de caja futuros. Aunque muchos de nosotros aprendimos esto en la escuela o al principio de nuestras carreras, creo que es algo que se ha perdido en el clima de inversión actual.
Otra forma de pensar en ello, es averiguando en que fase de la ‘curva S’ se encuentra el producto o servicio de una empresa. ¿Está en la fase inicial o ha alcanzado el punto en el que puede ser fácilmente imitado? Determinar el punto de maduración en el que se encuentran los productos de una empresa es fundamental para comprender lo que ha impulsado el precio de sus acciones frente a los factores que dirigirán los precios de las acciones en el futuro.
Si miramos hacia atrás en los últimos 150 años, podemos pensar en múltiples productos que generalizaron su uso en la sociedad siguiendo el patrón de la curva S: el ferrocarril, el teléfono, la radio, los automóviles, los refrigeradores, los fregaplatos, por nombrar sólo unos pocos, y más recientemente internet y los smartphones.
Con las tasas de penetración de los smartphones en el mundo desarrollado cerca de niveles máximos, ¿seguirán registrando un desarrollo fuerte? La historia sugiere lo contrario. Los ETFs y los vehículos pasivos se construyen de forma lineal sobre la base de lo que ya ha sucedido. Pero incluso los icebergs se funden y registran un bajo rendimiento a largo plazo.
En su lugar, como gestores activos tenemos que preguntarnos si el impacto de la penetración de los smartphones en otros mercados traerá oportunidades para generar alfa. La publicidad es una industria que se verán afectados de manera significativa, por ejemplo, ya que las personas pasan más tiempo viendo la programación en sus dispositivos que delante de un televisor, leyendo revistas o yendo al cine. Aunque sólo un pequeño porcentaje de la publicidad se realiza actualmente a través de plataformas on line, este canal permite una mayor eficacia porque es más específico, medible y rentable.
Ser gestores activos nos permite reconocer los disruptores y trabajar para entender su impacto en los espacios de rentabilidad. Esa habilidad es fundamental para nuestra capacidad de generar alfa, ya que estamos tratando de incluir en cartera los ganadores y estamos tratando de ganar evitando a los perdedores habituales.
Robert M. Almeida, Jr. es portfolio manager institucional de MFS.