Si hubiera que definir con una palabra lo que ha supuesto la crisis del coronavirus, «disrupción» podría ser la opción más adecuada. El brote ha afectado a la manera en la que trabajamos, socializamos, compramos, gestionamos nuestra salud, educamos a nuestros hijos, y cuidamos a nuestras familias. Pocos eventos en la historia de la humanidad pueden alegar este potencial disruptivo.
La cuestión es cómo debemos responder a esta disrupción sin precedentes. ¿Ponemos nuestras vidas en stand by y esperamos volver a la normalidad una vez que la disrupción disminuya? ¿O nos adaptamos, innovamos y encontramos nuevas formas de abordar la situación actual? Aquí radica la paradoja: para conquistar la disrupción, debemos ser disruptivos.
En el mundo de los negocios, las empresas disruptivas son aquellas que pueden innovar y crear nuevos mercados desafiando los modelos existentes. Actualmente, estas cualidades son más importantes que nunca, y algunas compañías y sectores están respondiendo a estos desafíos con nuevas formas altamente creativas.
El primer lugar para buscar dicha disrupción es la economía digital, que, durante la crisis, ha sido moldeada por una tendencia en particular: “Working From Home” (el teletrabajo). Durante la pandemia, el Reino Unido ha multiplicado por diez el número de personas que trabajan desde casa, y las compañías capaces de adaptarse y dar forma a nuevos patrones de consumo están ganando la partida.
Zoom es quizá el caso de éxito más conocido. De la noche a la mañana, se convirtió en la plataforma de comunicación por vídeo para millones de usuarios nuevos, incluidos estudiantes, asistentes a conciertos, feligreses, y familias y amigos que buscaban conectarse mientras estaban sujetos a las medidas de distanciamiento.
Las empresas de videollamadas no son las únicas que se benefician de esta tendencia. El mercado de la ciberseguridad ha crecido significativamente en medio de una rápida migración a las redes digitales provocada por el trabajo desde casa. CrowdStrike es una de las empresas que mejor comportamiento ha tenido recientemente. La compañía ha adoptado un enfoque nuevo en ciberseguridad, que aprovecha el efecto de red de los datos de crowdsourcing aplicados a la seguridad moderna a través de tecnologías como la inteligencia artificial, el cloud computing y las bases de datos gráficas.
Junto al “Work from Home”, se encuentra otra tendencia independiente- aunque relacionada-, conocida como “Play At Home”. Durante el confinamiento, la mayor parte del tiempo libre adicional se ha pasado consumiendo contenido digital. Esto se refleja en las cifras recientes que muestran que el consumo de datos en las zonas residenciales urbanas de EE.UU. aumentó un 98% en la semana del 16 de marzo. En este segmento, vemos compañías de videojuegos con funcionalidades de monetización en el juego, así como plataformas de música y televisión por suscripción, que funcionan especialmente bien.
Pero el trabajo y el juego no son las únicas cosas que se practican de forma remota. El coronavirus también ha aumentado la necesidad de tele asistencia médica y telemedicina, que se utilizan para ayudar a medir los indicadores de diagnóstico, como la temperatura, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial de una persona mientras está aislada.
Esta disrupción en la atención médica ordinaria ha llevado a la innovación en todo el sector. En China, el brote propició que los ciudadanos recurrieran a plataformas como The Good Doctor, Baidu Inc’s Wenyisheng y Alibaba Health Information Technology Ltd. Además, en el área de tratamientos, en la carrera por desarrollar una vacuna se ha visto una disrupción sorprendente: la nueva colaboración entre Pfizer y BioNTech, por ejemplo, reúne a una de las compañías más importantes y consolidadas del sector farmacéutico con una empresa joven que trabaja en la vanguardia de las inmunoterapias basadas en el ARN.
Otra área donde estamos viendo disrupción es en las cadenas de suministro. Los fabricantes de los sectores del automóvil, el aeroespacial, los electrodomésticos y el textil han remodelado sus cadenas para ayudar a contrarrestar la escasez mundial de suministros médicos. Ford ha utilizado piezas generalmente instaladas en vehículos, como ventiladores y baterías, para producir respiradores y ventiladores modificados. Dyson está trabajando junto con la Asociación de Tecnología, un grupo de científicos e ingenieros británicos cuyo propósito es impulsar la innovación, para desarrollar un nuevo sistema de ventilación, llamado CoVent.
Estas son solo algunas de las innovaciones que están impulsando la disrupción en un mundo Covid y post-Covid. Debemos seguir mirando al futuro para comprender cómo la crisis continuará dando forma a nuestras vidas y aprovechar las oportunidades que esta tendencia nos ofrece. CPR Invest Global Disruptive Opportunities supone un punto de entrada único a aquellos inversores que busquen aprovechar esta tendencia a largo plazo con un enfoque diversificado; dando acceso a diversos subtemas agrupados en cuatro grandes dimensiones: economía digital, ciencias de la vida y la salud, industria 4.0 y tierra; para aprovechar diversas fuentes de alfa potencial. Solo siendo disruptivos podemos esperar sobrevivir a esta disrupción sin precedentes.
Tribuna de Wesley Lebeau, gestor de renta variable temática y responsable de la estrategia Global Disruptive Opportunities de CPR AM, Grupo Amundi
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