China ha entrado en un nuevo año, el del conejo de agua. Este animal simboliza la longevidad, la paz, la prosperidad y la suerte. ¿Será capaz de traer buena fortuna a los mercados? El año anterior difícilmente puede calificarse de afortunado. En 2022, el índice MSCI China cayó un 14,7%.
Creemos que se podrían dar las condiciones para ver un año mejor. Las valoraciones de las acciones chinas parecen razonables y los beneficios de las empresas podrían estar a punto de repuntar. Sobre todo, se están dando pasos en las dos áreas que causaron las mayores dificultades el año pasado: el COVID-19 y el mercado inmobiliario. Varias tendencias podrían hacer de China un escenario propicio para la inversión a largo plazo. Encontramos seis motivos para pensar que el año del conejo podría traer buena suerte a los inversores.
- La relajación de las medidas cero COVID podría liberar tres años de demanda de consumo reprimida, contribuyendo a impulsar el crecimiento económico. Menos de un mes después de la defensa de la política de “cero COVID” por parte de las autoridades, ésta se había desmantelado de forma efectiva. En medio de las protestas generalizadas, algo poco frecuente en China, el gobierno decidió que iba a dejar de tratar de atajar los brotes localizados del COVID-19 a base de confinamientos estrictos. Los mercados subieron con fuerza al conocerse el cambio de política y anticiparse a la reapertura económica.
- Las políticas para aliviar las presiones sobre la financiación en el mercado inmobiliario también podrían apoyar a la economía. Un sector inmobiliario más estable podría ser otro catalizador para un repunte de la confianza y el consumo en 2023. Resulta alentador que el Gobierno haya empezado a prestar un apoyo más directo para aliviar las presiones de financiación a las que se enfrentan los promotores. A la vista del envejecimiento de la población china y el descenso de la natalidad, creemos que el sector inmobiliario se encuentra en un declive estructural gradual. Pero a más corto plazo, el hecho de que mejoren los problemas financieros del sector debería contribuir a restablecer la confianza y facilitar la recuperación macroeconómica.
- Las tensiones con Estados Unidos parecen haberse relajado, al menos por ahora, con la reunión entre Xi y Biden en la cumbre del G20, señal de una mejora en las relaciones. Uno de los acontecimientos más importantes de 2022 fue la reelección del Presidente Xi Jinping para un tercer mandato en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, celebrado en octubre. Es previsible que haya una cierta continuidad en la política.
- La apuesta china por la autosuficiencia podría beneficiar a sectores como el software, la sanidad, los semiconductores y los vehículos eléctricos. China está mejorando sus capacidades de fabricación mediante la automatización de más procesos y el desarrollo de su industria nacional de semiconductores, que debería beneficiarse del aumento de la demanda vinculada a avances tecnológicos, como el transporte inteligente.
- Transformación sostenible. En su apuesta por la autosuficiencia, China está invirtiendo con fuerza en tecnologías ecológicas. Ya es líder en energías renovables, con más del 70% de la producción mundial en toda la cadena de producción solar, y también es el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos, con el 40% de las ventas globales. China se ha fijado como objetivo alcanzar el pico de emisiones de carbono en 2030 y llegar a cero emisiones netas de carbono en 2060, lo que podría suponer un reto para un país que sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles y sigue construyendo nuevas centrales de carbón. Sin embargo, está ofreciendo un apoyo político continuado a la energía solar y eólica, así como mejorando la infraestructura tecnológica conexa, lo que debería contribuir a su transición ecológica.
- Las valoraciones de las acciones chinas están en niveles razonables y creemos que se dan las condiciones para una recuperación de los beneficios. Compañías de sectores vinculados con los viajes, el comercio minorista y el ocio han liderado el mercado bursátil en las últimas semanas. Y pensamos que puede haber buenas perspectivas en sectores como el financiero o el sanitario. Aunque siempre es difícil saber qué nos deparará el año entrante, especialmente en un mercado tan volátil como el chino, existen algunas razones para ser positivos a medida que se acerca el año del conejo.
Tribuna de Virginie Maisonneuve, Global Chief Investment Officer Equity de Allianz GI.