Cuando hablamos de transición energética nos referimos específicamente al cambio global de fuentes de energía basadas en combustibles fósiles hacia energías más sostenibles y renovables. Esta tendencia hacia una energía sostenible ha generado la necesidad de invertir en activos vinculados a la transición energética.
Hoy en día, los inversores institucionales de deuda tienen a su alcance un amplio espectro de activos que impulsan dicha transición energética. Por ejemplo, aquellos vinculados con las energías renovables, con el almacenamiento y producción de energía, así como con la infraestructura, la descarbonización del transporte o las soluciones de eficiencia energética. Si bien la inversión en transición energética se ha acelerado en los últimos años, todavía queda un largo camino que recorrer. De hecho, según datos de BloombergNEF (tal y como se muestra en el gráfico), para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas a nivel global, la inversión en transición energética y redes eléctricas deberá alcanzar una media de 4,55 billones de dólares entre 2023 y 2030. Esto supone más del triple del total invertido en 2022.
Gráfico: Comparación de la transición energética de 2022 y la inversión anual en la infraestructura frente a la inversión anual necesaria en 2023-30, 2031-40 y 2041-50 en un escenario de cero emisiones netas
Por qué es un buen momento para invertir en la transición energética
Tal y como se ha mencionado con anterioridad, invertir en activos vinculados a la transición energética ofrece a los inversores institucionales en deuda la oportunidad de contribuir activamente al cambio global hacia fuentes de energía más sostenibles. Actualmente, la oportunidad de invertir en esta tendencia es atractiva por tres razones principales:
1.- Los inversores pueden marcar el camino en la lucha contra el cambio climático. Invertir en activos de transición energética permite a los inversores apoyar la reducción de las emisiones de carbono y combatir activamente el cambio climático. Esto resulta clave para la transición de los combustibles fósiles a las fuentes renovables, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la consecución de los objetivos climáticos mundiales. Tales inversiones transmiten un mensaje firme sobre el compromiso de los inversores con la gestión medioambiental, fomentando relaciones positivas con las partes interesadas, que cada vez dan más prioridad a las prácticas sostenibles.
2.- Aumenta la demanda de energía limpia y el entorno regulatorio es favorable. La transición mundial hacia fuentes de energía sostenibles y renovables está provocando un aumento de la demanda de tecnologías e infraestructuras de energía limpia. Este crecimiento, junto con el marco regulatorio favorable establecido por los gobiernos, abre importantes oportunidades potenciales de inversión.
3.- Las inversiones en activos de transición energética pueden ofrecer flujos de caja estables con rentabilidades atractivas. Los activos de transición energética pueden proporcionar flujos de ingresos estables a través de acuerdos de compra de energía o ingresos regulados. Estas fuentes de ingresos pueden garantizar un flujo de caja estable y predecible, aunque en algunas ocasiones pueden suponer un mayor riesgo. Sin embargo, los inversores pueden aprovechar un potencial de márgenes más elevados, creando así una mezcla de impacto y rentabilidad al aumentar el rendimiento global de una cartera.
Invertir en activos vinculados a la transición energética ofrece a los inversores institucionales de deuda la oportunidad de contribuir activamente al cambio global hacia fuentes de energía sostenibles. Mediante la alineación de las inversiones con los objetivos medioambientales, el respaldo de los gobiernos y la diversificación de sus carteras, los inversores pueden acceder a una sólida fuente de financiación a la vez que contribuyen a los esfuerzos de descarbonización. Además, la diversificación potencial puede mejorar la rentabilidad ajustada por riesgo. Dado que estos activos pueden no verse influidos de la misma manera por los riesgos soberanos y regulatorios, así como por las fluctuaciones del mercado, puede construirse una cartera diversificada incluso con un enfoque temático puramente centrado en la transición energética.
Tribuna elaborada por Benjamin Walter, gestor del equipo de deuda de infraestructuras en Allianz Global Investor