Le entregaremos tres botellas de vino Rioja crianza cosecha 2009, o si prefiere un juego de seis copas de vino, o un juego de maletas Samsonite, etc., sin olvidarnos de la televisión de plasma, o de la cubertería de 24 piezas, y así en un largo periplo de ofertas que más bien parece que nos encontremos en unos grandes almacenes o en un enorme bazar.
Sin embargo estamos hablando del ahorro y de cómo mayoritariamente se ha inculcado la necesidad de ahorrar, atrayendo a los ahorradores no por el análisis previo de su situación patrimonial y la expectativa de jubilación futura, u otras necesidades, sino por lo que conseguirían de regalo en función a la cantidad destinada.
En muchos casos asesor y ahorrador terminarían hablando de la calidad del vino, si esa cosecha era mejor que la otra, o si el cristal de las copas sería mejor o peor, pero pocas veces se hablaría en profundidad del problema real, de la necesidad de ahorrar y dónde y cómo invertir.
Tener una mejor campaña de marketing, conseguir unos regalos más atractivos era, y quizás aún sigue siendo, la fórmula magistral de atraer al ahorrador, no interesa tanto analizar y entender el instrumento de ahorro con tal que quien nos lo ofrezca nos genere confianza, sino lo que se consiga a cambio.
Hay que tener en cuenta que todas estas promociones las termina pagando el cliente, bien por los gastos y comisiones que puede llevar implícito el producto, como también la vinculación en el tiempo de permanencia que se puede exigir, y comporta no poder movilizar los recursos en un período prolongado, de tal forma que si deseamos cambiar de instrumento, por rentabilidad, o por pérdida de confianza en la entidad, etc., no podremos hacerlo cuando realmente lo precisemos.
El ahorro supone destinar una importante parte de nuestros recursos invirtiéndolo en los instrumentos que mejor se adapten a nuestro perfil inversor, buscando: seguridad, rentabilidad, fiscalidad, liquidez, etc. Y según el instrumento que elijamos se ponderará cada una de estas características en mayor o menor medida, pero este debe ser el análisis y no incurrir en el error de ser atraídos exclusivamente por estas campañas
Desde BISSAN iremos analizando cuestiones que nos pueden ser de utilidad, tanto en la comprensión de los diferentes instrumentos de ahorro e inversión, como en los mecanismos de detectar las necesidades de realizar un mayor esfuerzo de ahorro, diferenciándolo según las características y circunstancias personales en cada caso y con criterios que nos ayuden en la toma de decisiones.
José Sastre Bellas escolaborador de la EAFI BISSAN Value Investing.