Los gestores de patrimonios están destinando más capital de sus clientes a activos privados. Analizamos las razones por las que muchos lo están haciendo, y concretamente por qué lo hacen ahora. Desde hace tiempo, los gestores de patrimonios de clientes privados disponen de argumentos sólidos para asignar capital a activos privados. Por ejemplo, en 2021, cuatro de cada cinco gestores de patrimonios del Reino Unido habían invertido una parte del dinero de sus clientes en activos privados.
Estas asignaciones suelen hacerse en busca de una mayor rentabilidad y diversificación, argumentos que los datos históricos siguen respaldando. Pero otros factores, como la aparición de nuevos vehículos de inversión en activos privados y la disminución del número de empresas que cotizan en bolsa, también están impulsando la tendencia.
Los inversores también están observando cómo cambia el panorama de la inversión y evaluando la resistencia de las carteras a un entorno muy cambiante. De los grandes temas que se están desarrollando -como la inteligencia artificial y la transición hacia las energías renovables-, muchos requieren el respaldo del capital privado.
¿Hasta qué punto son sólidos los argumentos de rentabilidad y diversificación?
La rentabilidad histórica de numerosas clases de activos privados se compara favorablemente con la de inversiones líquidas, como la renta variable y la renta fija tradicionales, en horizontes de inversión más largos.
Los mercados privados también tienen un historial de comportamiento diferente al de los mercados líquidos.
Medir cómo se mueven las distintas inversiones entre sí -la correlación- es crucial para crear una diversificación significativa. Una vez más, los datos indican que los activos privados pueden contribuir a la diversificación de las carteras.
¿Qué significan las cifras?
Una correlación de 1,0 (técnicamente, el «coeficiente de correlación») significa que dos activos se mueven exactamente igual. Los números más pequeños indican una correlación más baja. Las inversiones en mercados privados ofrecen una forma atractiva de diversificar una cartera. La correlación entre las clases de activos privados y los mercados públicos es menor, como muestra la tabla. Esto les permite ofrecer ventajas de diversificación al moverse con independencia de los mercados públicos.
Además de comportarse de forma diferente a los mercados públicos, tienden a comportarse de forma diferente entre sí; unas carteras de activos privados bien equilibradas pueden ayudar a mitigar el riesgo. Además, la propia estrategia de inversión puede crear una mayor diversificación, como invertir en el tramo medio-bajo del Private Equity (capital privado)».
Los nuevos vehículos de inversión ofrecen a los gestores de patrimonios y a sus clientes una exposición a los activos privados de tipo institucional. Lo anterior explica los atractivos conocidos de los activos privados tanto para los asesores como para sus clientes. Pero, ¿qué hay del por qué ahora? ¿Qué ha cambiado? Incluso para los que ya tienen asignaciones a mercados privados, la proporción global de la cartera sigue siendo baja. Según la Investment Association, las inversiones en mercados privados representaban una media del 5% de los activos gestionados por los gestores de patrimonios del Reino Unido en 2021. En comparación, nuestro propio análisis indica que los inversores institucionales habían asignado el 14% de su cartera a activos privados ese mismo año.
Esta discrepancia se debe en parte a que los inversores institucionales han tenido acceso a una gama mucho más amplia de soluciones, estructuras y gestores de activos privados. En cambio, las opciones para los inversores particulares, asesorados o no, han sido limitadas.
Los mercados públicos ofrecen cada vez menos oportunidades de acceder a inversiones de crecimiento
Mientras que el acceso a los mercados privados ha mejorado, las opciones en los mercados públicos han seguido reduciéndose. El número de empresas que cotizan en bolsa lleva años disminuyendo en los principales mercados de todo el mundo. En 1996 había más de 2.700 empresas en el mercado principal de la Bolsa de Londres. A finales de 2022 se habían reducido a 1.100, un 60%. El número de empresas que cotizan en el Reino Unido ha caído casi un 75% desde los años sesenta. Alemania ha perdido más del 40% de sus empresas públicas desde 2007 y Estados Unidos ha experimentado una caída del 40% desde 1996.
Uno de los efectos más sorprendentes de este declive es que el mercado de valores ofrece ahora exposición a una proporción cada vez menor del universo empresarial. Los ahorradores ordinarios se ven privados en gran medida de la oportunidad de invertir directamente en el resto.
Los inversores que se centran únicamente en el mercado bursátil se están perdiendo una parte importante y creciente de la economía mundial. Siempre que puedan, los inversores tendrán que explorar opciones de activos privados para captar el creciente universo invertible privado.
Una tribuna de James Ellison, responsable de Data Insights de Activos Privados en Schroders Capital.