Hay determinados factores que no podemos conocer, por mucho que analicemos los datos, los mercados o leamos informes. Aceptar lo desconocido nos permite centrarnos en los aspectos que sí podemos cuantificar y comprender, lo que nos permite tomar decisiones fundamentadas.
Esto es especialmente cierto en la inversión. En teoría, las valoraciones deberían reflejar un grado razonable de confianza sobre el potencial de riesgo y la rentabilidad de una inversión. O, dicho de otro modo, ¿cuánta incertidumbre estás dispuesto a aceptar para realizar una nueva inversión o mantenerla?
¿Cuál es tu nivel de tolerancia?
Los inversores en activos de mayor riesgo, como las acciones o las criptomonedas, deben tener una mayor tolerancia a la incertidumbre. Aunque es fácil dejarse llevar por el “momentum”, la irracionalidad o la emoción de un mercado alcista en una acción o sector, es importante recordar que la situación puede cambiar en un instante.
Después de dos años con rentabilidades superiores al 20% en la renta variable estadounidense, los recientes acontecimientos en el sector de la inteligencia artificial en EE. UU. han puesto de manifiesto que los precios de las acciones pueden moverse bruscamente en ambas direcciones.
Los informes sobre DeepSeek, una startup china hasta ahora desconocida, que ha desarrollado un modelo de lenguaje por una fracción del coste de las plataformas estadounidenses, ha generado preocupación sobre una posible burbuja en la inteligencia artificial y sobre una empresa en particular. El 27 de enero, las acciones de Nvidia cayeron un 16,97%, lo que supuso una pérdida de casi 600.000 millones de dólares en su capitalización de mercado, la mayor caída en un solo día para una compañía estadounidense.
Las correcciones bursátiles suelen ser inesperadas, ocurren rápidamente y pueden tardar años en recuperarse. Un ejemplo relevante para el actual mercado bursátil estadounidense, dominado por la tecnología, es el estallido de la burbuja puntocom. Tras caer un 75% entre marzo de 2000 y octubre de 2002, el Nasdaq tardó 15 años en recuperarse por completo.
Doble riesgo
Los inversores en crédito también deben lidiar con la incertidumbre y, en la actualidad, una de las principales fuentes de riesgo proviene de la nueva administración en EE. UU. En lo que va de año, hemos visto una gran preocupación por los aranceles. Por ejemplo, en un primer momento, los mercados intentaban evaluar el impacto de un aumento del 25% en los aranceles sobre las importaciones de Canadá y México; posteriormente, se anunció que dichos incrementos quedarían en pausa durante un mes.
Las consecuencias a largo plazo de otros cambios en la política estadounidense, como las reformas en inmigración y desregulación, son igualmente difíciles de cuantificar. Tal vez resulten positivas para el crecimiento de EE. UU. y para las empresas centradas en el mercado doméstico. Pero también podrían generar presiones inflacionarias y afectar significativamente a los tipos de interés y el valor de los activos financieros.
Nadie sabe con certeza cómo se desarrollarán estos acontecimientos. Sin embargo, a diferencia de la renta variable o las criptomonedas, los inversores en crédito pueden apoyarse en los fundamentos matemáticos de los bonos. Podemos calcular cuánto margen de seguridad existe en distintas partes de la curva de crédito antes de que un aumento en los tipos de interés o spreads comience a afectar negativamente a los retornos.
Los anuncios desde Washington pueden generar volatilidad en distintos momentos, pero es poco probable que provoquen una oleada de impagos en los bonos emitidos por empresas Investment Grade y High Yield de alta calidad en el corto plazo. Por lo tanto, los inversores en bonos con vencimiento en los próximos 1 a 3 años pueden confiar en que seguirán cobrando los cupones y recibirán el capital íntegro al vencimiento.
¿Seguridad en los números?
Esto se refleja en los “breakevens”: cuánto tendrían que subir los rendimientos o los spreads antes de que el retorno total del bono sea negativo en toda la curva de crédito. Como destaca el gráfico 1, el aumento de los rendimientos en los últimos tres años ha llevado a un incremento proporcional en los breakevens en todas las partes de la curva de crédito estadounidense.
Sin embargo, el margen frente al incremento en Yields y spreads es significativamente mayor en la parte corta de la curva (1 a 3 años), alrededor del 2,7%, y disminuye a medida que se extiende el vencimiento. Una tendencia similar se observa en los mercados europeos y británicos.
Sin embargo, en el mundo de la inversión, no existen las garantías. Habrá momentos en los que las condiciones sean propicias y haya oportunidades para generar grandes beneficios, pero también habrá periodos en los que la incertidumbre justifique un enfoque más pragmático.
Los inversores con una baja tolerancia a la incertidumbre y una mayor preferencia por el control de su inversión pueden encontrar lo que buscan en crédito de alta calidad y corta duración.
Tribuna de Tatjana Greil Castro, co-responsable de Mercados Públicos en Muzinich&Co y la gestora principal del fondo Muzinich Enhancedyield Short Term.