Las compañías de pequeña capitalización tienen muchas ventajas frente a las más grandes. Debido a su tamaño y a los menores costes fijos, a menudo pueden tomar decisiones rápidas y responder a los cambios del mercado. Esto les permite aprovechar las oportunidades a medida que surgen, por lo que suelen estar a la vanguardia de las disrupciones de su sector. Muchas se han lanzado al mundo online, lo que les da una ventaja importante sobre los competidores más grandes y mejor dotados de recursos. Además, las empresas más pequeñas tienen economías de escala cada vez mayores, lo que genera un viento de cola en sus beneficios.
¿Negocios de riesgo?
Por supuesto, cuando se invierte, no hay nada gratis: una mayor rentabilidad viene asociada a menudo a un mayor riesgo, y ocurre lo mismo en el caso de las empresas de pequeña capitalización. Sin embargo, invertir en ellas requiere un profundo conocimiento de estos riesgos y de las posibles recompensas que ofrecen.
Por eso adoptamos un enfoque activo y bottom-up para la inversión en acciones de pequeña capitalización. Tratamos de invertir en las que consideramos potencialmente rentables y bien establecidas, con balances sólidos y con ventajas competitivas. Nuestro objetivo es encontrar empresas de alta calidad que creemos que podrían ser los grandes líderes del mañana. Creemos que así los inversores pueden acceder a las empresas que están ayudando a impulsar las temáticas fundamentales que conforman nuestro mundo.
Atención médica
Los recientes acontecimientos han puesto de relieve la importancia de la atención sanitaria y, en particular, la forma en la que atendemos a las personas mayores. Dentro de esta área se encuentra un amplio abanico de empresas. Europa tiene una rica historia de innovación en productos farmacéuticos y es posible encontrar numerosas empresas más pequeñas de alta calidad y rentables que operan en este campo.
Por ejemplo, el grupo farmacéutico suizo Bachem tiene una posición fuerte en la fabricación externalizada de péptidos. Estos componentes se utilizan en tratamientos para enfermedades que afectan a las personas mayores, incluyendo el Alzheimer. Otra es la belga Fagron, que ofrece soluciones para medicamentos personalizados.
¡Noticias falsas!
Los analistas suelen elogiar a las redes sociales por su papel en la conexión de las personas y la facilitación de la acción comunitaria. Sin embargo, últimamente han sido criticadas en algunos sectores por promover contenidos perjudiciales. Las acusaciones de los medios de comunicación contra Facebook incluyen la alteración de las elecciones en Estados Unidos y la incitación al genocidio en Myanmar. El término “fake news” (noticias falsas) ha entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano.
Esto ha creado una demanda de compañías que puedan moderar el aluvión de contenido, como la australiana Appen, especialista en el registro de datos que se utilizan para entrenar algoritmos de inteligencia artificial para identificar material inadecuado. La francesa Teleperformance provee personal altamente capacitado para verificar el contenido para empresas del estilo de Facebook.
Fuera lo viejo, dentro lo nuevo
El uso de fórmulas de pago sin dinero en efectivo lleva tiempo aumentando y ha sido evidente su importancia como método de transacción en el mundo del distanciamiento social. Una vez más, son unas pocas empresas pequeñas e innovadoras las que están particularmente activas en este espacio y que participan en operaciones a lo largo de toda la cadena de transacciones, desde el software (ACI World) hasta el hardware (Cubic).
Muchas compañías también están provocando disrupciones en los sectores tradicionales. El confinamiento ha confirmado la validez de los sistemas y modelos de negocio que ya estaban ganando cuota de mercado. Por ejemplo, en educación, con muchas personas estudiando desde casa, la necesidad de información en línea completa y de confianza ha crecido. En Estados Unidos, Cheggo lleva tiempo proporcionando este servicio.
Por supuesto, todo esto no sería posible sin el siempre cambiante sector de la tecnología, y la carrera por el 5G tiene mucho que decir en este sentido. La potencial velocidad en esta próxima etapa de evolución de la telefonía es impresionante: el 5G tiene como objetivo multiplicar por 20 la velocidad frente al 4G. Pero, para que esto sea posible, es necesario contar con el hardware adecuado.
Compañías como Lattice Semiconductor son un ejemplo. La firma fabrica chips programables que son adecuados para la «edge computing» y que permiten potencia de computación en el dispositivo final en lugar de en el centro de datos. Esto hace posible la existencia de aplicaciones como la prevención de colisiones en vehículos autónomos, y la identificación facial en los teléfonos inteligentes.
En conclusión…
Estas son solo algunas de las tendencias que nos han llamado la atención durante el último año. Dentro de ellas vemos que, una y otra vez, las pequeñas compañías de alta calidad están ayudando a liderar la demanda. Veremos cómo se desarrollan en los difíciles meses venideros.
Tribuna de Andrew Paisley, investment director de Aberdeen Standard Investments