La pandemia del COVID-19 no se parece a nada que ninguno de nosotros haya experimentado jamás. La crisis tendrá, sin duda, implicaciones de gran calado para las personas, las empresas y para la sociedad en su conjunto. La industria de la gestión de activos también afronta desafíos colosales, ya que aspira a seguir convirtiendo los ahorros en inversiones para clientes grandes y pequeños. Esta tarea tal vez nunca haya sido tan ingente, y las lecciones que hemos aprendido serán vitales para ayudar a reconstruir el mundo que nos espera. Creo que estaremos a la altura del desafío.
Sin embargo, primero debemos hacernos algunas preguntas y quizá ninguna sea tan importante como la forma en que nos vemos a nosotros mismos como industria. Los bancos centrales y los gobiernos han hecho todo lo posible para tratar de estimular el crecimiento y aliviar el dolor económico. El sector financiero debe ver cómo puede desempeñar su papel. La forma en la que la industria de gestión de activos se comporte en este entorno será objeto de un escrutinio nunca visto hasta ahora.
Tanto nosotros como las empresas en las que invertimos hemos considerado siempre que tenemos un deber con un conjunto más amplio de «stakeholders» que va más allá de ser meros accionistas. Esto incluye a los clientes, los reguladores y las comunidades en las que las empresas operan y atraen a sus equipos. En el entorno actual, todas las miradas estarán puestas en el cumplimiento de esa responsabilidad más amplia.
De manera parecida, vemos el impacto de la pandemia como un acelerador de las tendencias económicas, de mercado y sociales existentes. Por ejemplo, creemos que la agenda ASG se mantendrá en la vanguardia del concepto de inversión. Esta es una de las líneas que nosotros deseamos seguir y, lo que es más importante, se trata de una tendencia que nuestros clientes quieren que pongamos en práctica aún más.
En Aberdeen Standard Investments siempre hemos defendido el compromiso y la gestión minuciosa de las inversiones que nos confían nuestros clientes. Es probable que el panorama actual de los beneficios corporativos sea el más complejo de mi carrera en el sector. Se espera que las ganancias caigan alrededor de un tercio. Desafortunadamente, sospecho que esto puede ser demasiado optimista. Del mismo modo, los dividendos, uno de los verdaderos referentes en el análisis de la salud y las perspectivas de una compañía, están desapareciendo a un ritmo sin precedentes a medida que las empresas se comprometen con sus recursos de liquidez y reflexionan sobre el futuro incierto que tienen por delante.
Como inversores a largo plazo, podemos ayudar a las compañías a recuperarse y volver a obtener beneficios. Después de todo, los buenos negocios no se convierten en malos de la noche a la mañana. Ayudarles a transitar esta situación será importante en los próximos meses. Como hemos visto en las últimas semanas, a pesar de los altos niveles de volatilidad y los bajos niveles de liquidez, los mercados de renta variable y de bonos han permanecido abiertos a las empresas y emisores que tienen planes y estrategias claras para superar los problemas actuales.
Conversar, conversar y conversar
Este es también un momento en el que, como gestores activos, debemos seguir demostrando nuestra valía y cómo podemos cumplir las expectativas de nuestros clientes. La comunicación y la transparencia son fundamentales. Esto incluye hacer bien las cosas básicas; caminar con nuestros clientes y ser honestos sobre cómo vemos el paisaje económico y de mercado.
El panorama es incierto. Sin embargo, jamás ha sido más importante ser abiertos sobre lo que pensamos que serán los resultados potenciales y cómo construimos las carteras para reflejar estas eventualidades. Tenemos que seguir «haciendo los deberes» cuando analizamos las acciones, la deuda y otros activos en los que invertimos. Si bien el contexto económico y de mercado puede cambiar, el valor de un buen análisis sigue siendo vital. Esto es especialmente cierto en un mundo en el que todo apunta a que los gobiernos, las empresas y los individuos terminarán más apalancados.
Trabajar de manera más ágil, pero no más tiempo
No hay duda de que, a medida que salgamos de esta crisis, muchos sectores se enfrentarán a numerosos cambios. Uno de los mayores impactos para el sector de la gestión de activos se producirá probablemente en sus prácticas de funcionamiento. Ya habíamos adoptado el trabajo flexible, y parece probable que estas tendencias continúen. También estamos aprendiendo a conectarnos de una manera ligeramente diferente, que sea favorable para las familias, clientes y empresas. Creo y espero que esta mentalidad perdure durante los difíciles meses que tenemos por delante.
Nuestra responsabilidad
Vivimos en una época sin precedentes. La crisis actual está lejos de haber terminado y se presentan muchos desafíos en el futuro. Estos nos impondrán una responsabilidad considerable tanto como custodios del ahorro y propietarios de las acciones y de la deuda así como miembros de nuestras sociedades que irán cambiando. Sigo confiando en que estamos a la altura de la tarea que tenemos por delante.
Tribuna de Richard Dunbar, responsable de investigación de Aberdeen Standard Investments