Los mercados públicos han respondido con rapidez a los efectos actuales y potenciales de la crisis que ha provocado la pandemia, mostrando una extrema volatilidad, en particular en el caso de la renta variable. Pero, ¿cómo están respondiendo los mercados privados?
Dentro de los mercados privados, invertimos en capital privado, infraestructuras, mercado inmobiliario, recursos naturales y deuda privada. Cada clase de activo está más o menos expuesta al crecimiento, los tipos de interés y las expectativas de inflación de la economía mundial. Estamos considerando esta crisis y su impacto en tres etapas: confinamiento (el mundo trata de contener el virus); recuperación (buscamos tratamiento y una vacuna); y a largo plazo (tratando de identificar la «nueva normalidad»).
Nos hemos centrado en la liquidez durante el período de confinamiento, en cómo navegar por la recuperación que se avecina a medida que salimos del confinamiento, y en cómo posicionar las inversiones para que se adapten al nuevo entorno económico futuro.
El impacto del confinamiento
La pandemia está acelerando las tendencias ya existentes antes de la crisis. Las ventas de las empresas de comercio minorista a través de canales online se han magnificado. En el sector inmobiliario, los minoristas están teniendo dificultades para hacer frente a los alquileres; pero los activos logísticos son muy codiciados. Se ha producido una aceleración del desarrollo de servicios en línea por parte del capital de riesgo y el capital privado en fase de crecimiento, donde las empresas se han beneficiado de la necesidad de reducir drásticamente el contacto humano.
Actualmente, hay incertidumbre en torno a las valoraciones de las propiedades inmobiliarias, y los agentes no pueden proporcionar estimaciones que permitan calcular el valor neto de los activos. Se realizan pocas transacciones y los inversores no pueden viajar para realizar las due diligence de las posibles inversiones. Por lo tanto, hay una liquidez limitada en el mercado.
La obtención de ingresos ha disminuido debido a que el impacto económico reduce los ingresos de los inquilinos. El sector del ocio, incluidos hoteles y restaurantes, se ha visto gravemente afectado por los altos costes de explotación. Mientras, la ocupación y la afluencia de clientes sigue siendo baja.
El sector de concesiones de infraestructuras se ha visto menos afectado. Este tipo de infraestructura suele permanecer en funcionamiento independientemente del clima económico, y está respaldada por contratos gubernamentales. Se trata de inversiones defensivas.
Algunas clases de activo del mercado privado utilizan el apalancamiento. Esto puede provocar que en tiempos de crisis financiera y económica sean más vulnerables que otras inversiones. Los mercados crediticios se han visto sometidos a una gran presión, y se están originando pocos préstamos nuevos. Los responsables de las políticas están tratando de evitar una crisis crediticia, y esto ha aliviado parte de la presión.
Dinero en efectivo en espera de ser invertido
En los últimos años, la cantidad de capital de inversión comprometido en inversiones del mercado privado que aún no se ha invertido ha experimentado un crecimiento espectacular: hay alrededor de 2,6 billones de dólares en efectivo. El hecho de que las oportunidades surjan al mismo tiempo que se ha produce una caída en el valor de las inversiones en los mercados públicos, ha suscitado cierta preocupación entre los inversores, ya que el capital podría verse obligado a invertir a un ritmo insostenible.
Es habitual que el número de transacciones se contraiga durante los períodos de recesión. Es probable que se produzca una escasez de oportunidades de inversión en los próximos meses, ya que los posibles vendedores intentarán evitar la venta de activos siempre que sea posible, los proyectos se retrasarán, los que aún no han comenzado se dejarán en suspenso, y los compradores serán cautelosos.
Planificación del nuevo entorno económico
Es probable que las tendencias seculares de formación de capital que se producen fuera de los mercados públicos se vean reforzadas por la crisis actual. Si bien la ruta de salida de las empresas privadas ha cambiado, en el caso del capital de riesgo y del capital privado en fase de crecimiento, sigue habiendo demanda institucional para acceder a oportunidades de inversión de alto crecimiento. De hecho, las crisis pueden ser la madre de la innovación. Por ejemplo, las empresas fundadas en 2008-2009 han llegado a tener un éxito extraordinario.
Si antes una salida a bolsa era la ruta preferida, las grandes empresas y los gestores de activos cotizados en bolsa ofrecen ahora otras oportunidades. A menudo, estas firmas privadas se centran en la tecnología o la atención sanitaria, por lo que deberían seguir siendo futuras inversiones atractivas.
¿Cómo evolucionará la política fiscal?
El papel del capital privado en la inversión en infraestructura debería crecer, ya que la necesidad de inversión de capital en todo el mundo sigue siendo elevada. Al mismo tiempo, los estados pueden sentirse más inclinados a aplicar planes de gasto fiscal a largo plazo para impulsar la productividad.
Las inversiones en madera y agricultura pueden ofrecer a los inversores una cobertura contra la inflación a largo plazo. Este tipo de inversión podría desempeñar un importante papel en el futuro si la política fiscal se convierte en una fuerza dominante.
El desarrollo de los mercados privados ha provocado un aumento de la regulación y la supervisión. Al mismo tiempo, ha mejorado la claridad de los enfoques para abordar las cuestiones ESG. Dado que la base de inversores ha cambiado con el tiempo, y es predominantemente institucional, puede que haya llamamientos a una mayor transparencia, similar a la que vemos en las áreas de servicios financieros más reguladas.
La necesidad de diversificación y de generación de rendimientos ante unos tipos de interés muy bajos y una extrema volatilidad de las acciones cotizadas probablemente se ha visto reforzada por los acontecimientos recientes. Como la crisis actual ha debilitado a los mercados financieros, es probable que los clientes necesiten diversificar sus carteras y asumir exposición a los mercados privados. Sin embargo, tendrán que exigir una prima adecuada para asegurar su dinero. Es probable que la actual crisis cíclica cree oportunidades interesantes en los mercados privados.
Tribuna de Peter Mckellar, responsable global de mercados privados de Aberdeen Standard Investments