¿Qué ocurrirá cuando unos diez mil millones de personas quieran alimentarse en 2050 pero los recursos disponibles sean limitados? El aumento de la población mundial, los nuevos hábitos alimentarios y la necesidad de encontrar formas de producción sostenibles propician nuevas oportunidades para los inversores.
La industria alimentaria se enfrenta a un reto histórico, marcado por el cambio en los hábitos de los consumidores hacia una alimentación más sostenible, y la necesidad de una producción más sostenible. En este contexto, identificamos tres megatendencias que tendrán un impacto duradero y que provocarán cambios profundos en la industria y en los principales actores del sector (productores, procesadores y distribuidores): el explosivo crecimiento de la población mundial, el aumento de las rentas y la creciente urbanización.
Esta situación ofrece enormes oportunidades de inversión, al igual que la necesidad urgente de que la producción de alimentos haga uso más sostenible de los recursos. Hace falta un cambio de mentalidad rápido, puesto que nos enfrentamos al cambio climático y a la escasez de agua y de tierra cultivable.
Cada vez seremos más: en 2050 habrá que alimentar a 9.700 millones de personas en todo el mundo y esa cifra podría continuar aumentando hasta alcanzar los 11.200 millones de personas en 2100. Cada vez tenemos más poder adquisitivo: entre 1970 y 2012, la renta per cápita neta mundial aumentó en un impresionante 71%. Cada vez nos concentramos más: en 1950, menos de un tercio de la población mundial (29,6%) vivía en ciudades. En 2050, serán casi dos tercios (66,4%).
Estas megatendencias están provocando importantes cambios cuantitativos, entre los que sin duda destacan el aumento de la demanda de agua y alimentos. Pero también se están dando otros de tipo cualitativo, como la evolución de los hábitos alimenticios. Nos referimos a las nuevas tendencias de consumo, como la comida preparada, los alimentos saludables o sostenibles o los eventos de temática gastronómica.
Una solución ‘todo en uno’: de la huerta al plato
Por ello, desde Amundi, a través de CPR AM, hemos identificado la alimentación con una de las tendencias con más potencial de inversión y con CPR Invest – Food For Generations apostamos por el potencial de crecimiento de toda la cadena de valor de la alimentación. En concreto, invertimos en empresas que se centran en el consumo de agua y alimentos, las necesidades de inversión en agricultura y los beneficios derivados de las nuevas tendencias de consumo, siempre con un riguroso enfoque de sostenibilidad.
La producción mundial de alimentos se caracteriza por unos bajos estándares sociales; en algunos casos incluso sin respetar los principios básicos de los derechos humanos. Ahí es precisamente donde actuamos nosotros. La sostenibilidad es un pilar básico de nuestra filosofía de inversión. Nos proponemos respaldar el desarrollo necesario para que las empresas puedan producir alimentos de calidad en cantidad suficiente respetando el medio ambiente y los derechos humanos.
Para ello, el fondo sigue un enfoque doble. Antes de invertir, excluimos de forma sistemática a las empresas que no cumplen con los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo -ESG, por sus siglas en inglés- de Amundi. Después de invertir, evaluamos el impacto que tienen las empresas de nuestra cartera en los recursos naturales (‘inversión de impacto’).
En este contexto, CPR Invest – Food for Generations constituye un fondo de renta variable muy innovador dirigido a aquellos inversores que busquen un fondo de renta variable diferente, centrado en un tema sustancial para el desarrollo de nuestra sociedad y con un impacto social positivo.
Está pensado para inversores experimentados a los que les preocupe cómo alimentar a la población mundial haciendo un uso responsable y sostenible de los recursos. Además, este fondo temático de renta variable sostenible puede aportar diversificación adicional incluso en carteras que inviertan únicamente en acciones. El CPR Invest – Food For Generations es una solución ‘todo en uno’ que permite acceder a toda la cadena de valor alimentaria, de la huerta al plato.
Tribuna de Blanca Comín, responsable de Redes de Distribución de Amundi Iberia