Los planes no son nada y, a la vez, la planificación lo es todo. Y por eso nosotros tenemos visiones bastante claras de qué podría impactar positiva o negativamente en los rendimientos de los mercados en 2018.
Al igual que en 2017 o en 2016, nuestras visiones a largo plazo así como nuestro posicionamiento táctico estarán determinados por nuestro profundo seguimiento del contexto económico, el análisis de las valoraciones de una amplia gama de activos y el seguimiento cercano de varias clases de riesgo (intrínseco entre los activos o dentro de una cartera equilibrada).
Con muchos eventos clave y resultados que en este momento todavía no están claros, no se puede adoptar una opinión de alta convicción/o una visión direccional sin exposición al riesgo.
Nuestro enfoque continuará siendo encontrar el mejor posicionamiento riesgo-retorno así como los instrumentos o ideas creativas que exhiben la asimetría más favorable- donde nuestro potencial alcista es más atractivo que las pérdidas potenciales.
Es muy probable que haya puntos de entrada a lo largo del año, con algunos de los activos más caros actualmente experimentando una corrección. De esta forma, 2018 puede ser algo diferente a 2017. Como siempre, buscaremos invertir el capital sin seguir al mercado, sino identificando ineficiencias en los precios de los activos.
En este sentido, si la inflación aumenta, los diferenciales de créditos se amplían, las compañías tecnológicas experimentan una revalorización o cualquier otro riesgo macro o de mercado desconocido aparece, nuestro posicionamiento será uno que permita examinar de cerca las distorsiones y potencialmente encontrar valor que pueda materializarse. De esto se trata la inversión y lo que hemos estado haciendo durante los últimos 20 años y lo haremos en 2018 y más allá.
Tribuna de Fabrizio Quirighetti, co-jefe de inversiones y co-responsable de SYZ AM.