El sector automovilístico a escala mundial se enfrenta a los retos que suponen el endurecimiento de las normativas, la cambiante demanda de los consumidores y los avances tecnológicos. Un informe de BlackRock Investment Institute afirma que se producirán dos grandes cambios en paralelo: en primer lugar, la expansión de los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés), que podrían allanar el camino a la proliferación de vehículos sin conductor; y en segundo lugar, el auge de los vehículos eléctricos. Según el informe, los inversores deben ser selectivos, ya que la carrera hacia el futuro de la automoción generará una gran dispersión entre ganadores y perdedores.
La rápidez con la que se están adoptando las funciones digitales de seguridad avanzada fomentará importantes cambios en el sector durante los próximos cinco años, asegura el informe de BlackRock aunque no esperan que se produzca una adopción generalizada de los vehículos totalmente autónomos en un futuro próximo. “Prevemos que la proporción de vehículos eléctricos en las ventas de automóviles aumentará gradualmente a medida que los costes bajen y la infraestructura de carga mejore, pero no creemos que esta tendencia empiece a revolucionar el sector hasta al menos 2020. En general, esperamos que este camino genere un efecto más gradual que repentino”, sostienen el documento.
En cuanto a los principales beneficiarios del aumento del contenido digital en los vehículos desde BlackRock creen que serán los proveedores de semiconductores y de software, aunque los fabricantes de automóviles y los proveedores de piezas intentan por todos los medios recortar las distancias. En este sentido, la firma sostiene que la adaptación a los rápidos cambios tecnológicos, al tiempo que el mantenimiento de unos precios competitivos, supone un gran reto tanto para los actores tradicionales del sector automovilístico y tecnológico como para aquellos recién llegados.
“Es muy probable que las funciones de lujo de valor añadido de hoy día se conviertan en las funciones básicas del futuro”, predicen desde la firma. De hecho, creen que los inversores pueden beneficiarse del análisis de las cadenas de suministro de los sectores relacionados tanto con la producción como con el uso de vehículos. Además, señalan que la evolución de los vehículos repercutirá notablemente en sectores más allá del automovilístico o tecnológico, tales como el inmobiliario o el financiero.