Union Bancaire Privee (UBP) se convirtió este viernes en el último banco suizo en decir públicamente que trabajará con funcionarios de EE.UU. en perseguir a los ciudadanos estadounidenses que evaden impuestos a través de cuentas offshore ocultas en el extranjero, una decisión que se toma a partir de un acuerdo bilateral firmado el pasado mes de agosto.
UBP, con 81.100 millones de francos suizos (unos 90.000 millones de dólares) en activos, es hasta la fecha la empresa privada más grande en decir públicamente que participará en este programa de regularización fiscal, alcanzado por las autoridades estadounidenses y suizas el pasado agosto, y cuyo plazo para sumarse vence el próximo 31 de diciembre.
Los interesados deben comunicar su intención ante la Autoridad Federal de Vigilancia de Mercados Financieros (FINMA) de Suiza e incorporarse al proceso de regularización gestionado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ambos países firmaron en agosto un acuerdo para investigar la evasión fiscal en los bancos suizos. Las autoridades suizas se comprometieron a proporcionar un informe completo sobre sus transacciones fronterizas, a entregar detalles sobre las cuentas de ciudadanos estadounidenses y a cerrar las que no cumplan con las normas de este país. Los bancos estarían sujetos a sanciones, pero los ciudadanos podrían llegar a pactos con Washington para evitar un proceso judicial.
Por el momento, este acuerdo excluye tanto a las entidades financieras como a los individuos que sean objeto de una investigación criminal en conexión con sus actividades bancarias en Suiza.
UBP anunció que “a raíz de la declaración conjunta del 29 de agosto de 2013 firmada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Ministerio de Economía de Suiza, ha decidido participar en el Programa de EE.UU para bancos y ha optado por la categoría 2, que reserva el derecho de cambiar a la categoría 3”, según comunicó el banco a la agencia Reuters.
Los bancos suizos que se sitúan en la categoría 2 tienen razones para creer que han tenido cuentas de clientes que pudieron cometer un delito fiscal; en la categoría 3, estarían aquellos que deberán demostrar que no participaron en ninguna actividad ilegal de cara a EE.UU. y en la 4, los que solo tienen actividades locales y no contaban con clientes estadounidenses.
El interés por los bancos suizos de participar en la categoría 2 del programa radica en que a pesar de que se arriesgan al pago de una multa, quedan protegidos de ser procesados penalmente en relación a depósitos no declarados.