Unicaja Banco ha reforzado en su red comercial el servicio de gestión discrecional de carteras para ayudar así a sus clientes de forma profesional en las decisiones de compra y venta de activos, siempre dentro de unos objetivos definidos en función del perfil de riesgo y de su propósito de inversión. De esta manera, podrán acceder a una gestión flexible y activa y acceder a una gran diversidad de activos financieros, además de beneficiarse de las ventajas fiscales que ofrecen los fondos de inversión.
A través del servicio de gestión discrecional de carteras, la entidad financiera adopta aquellas decisiones relativas a la composición y administración de una cartera de fondos de inversión del cliente, con el objetivo de alcanzar el máximo nivel de retorno posible para cada perfil de riesgo.
Unicaja Banco, considerando los conocimientos, experiencia, objetivos y situación financiera del cliente, podrá adoptar las decisiones de inversión más convenientes. Para ello, al contratar el servicio de gestión de carteras, se delega la adopción de decisiones de inversión a la entidad y se le confía la selección de productos y la ejecución de operaciones.
Cuatro perfiles
En concreto, las carteras que ofrece Unicaja Banco a sus clientes responden a diferentes perfiles de riesgo, siendo cuatro: Conservadora, Moderada, Dinámica y Agresiva. El importe mínimo para acceder a las mismas es de 20.000 euros.
La gestión de estas carteras la lleva a cabo Unicorp Patrimonio SV, la banca privada del Grupo Unicaja Banco, que cuenta con una contrastada trayectoria, a través de 20 años de experiencia. Además, este trabajo ha tenido como recompensa la obtención de varios premios.
Ventajas del servicio de gestión discrecional de carteras
En cuanto a las ventajas de la gestión discrecional de carteras, destaca la diversificación, que reduce el riesgo específico de un solo activo financiero. En concreto, se trata de mantener una cartera de activos con distintos niveles de riesgo y rentabilidad potencial, de diferentes sectores de actividad (industria, servicios, alimentación, nuevas tecnologías, banca, energía y construcción, entre otros), zonas geográficas, divisas, plazos, etcétera.
También destaca la rapidez en la toma de decisiones, ya que, con la firma del contrato, el cliente otorga a la entidad un mandato para que, con carácter profesional, gestione su cartera de forma discrecional e individualizada. Esto hace que el gestor pueda tomar rápidamente decisiones en los momentos más oportunos.
Entre las ventajas, también se encuentra la liquidez, puesto que, al ser un servicio que contrata fondos de inversión, puede solicitarse la desinversión en cualquier momento, así como la información periódica y detallada de las posiciones y la evolución de la cartera, incluyendo los costes y gastos y la repercusión de estos en la rentabilidad.