Hizo falta casi un siglo para que los científicos organizaran la tabla periódica de los elementos tal y como hoy la conocemos, uno de los mayores retos químicos de la historia de la humanidad. La inteligencia artificial lo ha conseguido en apenas unas horas gracias a un programa desarrollado por un equipo de físicos de la Universidad de Stanford.
El programa, llamado Atom2Vec, aprendió con éxito a distinguir entre diferentes átomos después de analizar una lista de nombres de compuestos químicos de una base de datos online. «Queríamos saber si una inteligencia artificial puede ser lo suficientemente inteligente como para descubrir la tabla periódica por sí misma, y nuestro equipo demostró que sí puede», afirma el responsable del estudio, Shoucheng Zhang.
Según Zhang se trata de un primer paso importante hacia su objetivo más ambicioso, que es el reemplazo de la prueba de Turing, la prueba de habilidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente similar al de un ser humano o indistinguible de este.
Para que una IA pase el test de Turing debe ser capaz de responder a las preguntas escritas de maneras que no se distingan de las humanas. Pero Zhang piensa que la prueba es defectuosa porque es subjetiva. «Los humanos son el producto de la evolución y nuestras mentes están llenas de todo tipo de irracionalidades. Para que una IA pase el test de Turing necesitaría reproducir todas nuestras irracionalidades humanas «, afirma Zhang. «Eso es muy difícil de hacer, y no es un uso particularmente bueno del tiempo de los programadores».
En cambio, a Zhang le gustaría proponer un nuevo punto de referencia de inteligencia artificial. «Queremos ver si podemos diseñar una IA que pueda vencer a los humanos en el descubrimiento de una nueva ley de la naturaleza», dijo. «Pero para hacer eso, primero tenemos que probar si nuestra IA puede hacer algunos de los mayores descubrimientos ya realizados por humanos». Al recrear la tabla periódica de elementos, Atom2Vec ha logrado este objetivo secundario, dice Zhang.