“La vida del deportista de élite es especial, con grandes renuncias y enormes sacrificios cuando se es joven y desde edades muy tempranas, incluso en la infancia, y además es corta, pues a partir de los 30 años podemos hablar de una jubilación anticipada”. Así describe el ciclo vital del deportista, y también el suyo propio, Kenji Uematsu, campeón del mundo de judo, que acaba de crear junto al asesor financiero Gonzalo Pujol una empresa de consultoría dirigida a deportistas, Uematsu & Pujol | Elite Sports Advising, con sede en Barcelona. “La correcta planificación financiero-fiscal es un aspecto clave para que a partir del retiro el deportista pueda vivir tranquilo a nivel financiero”, explica.
Por ello la empresa pretende dar respuesta a las necesidades de este colectivo y evitar que dilapiden la fortuna generada en poco tiempo. De hecho, algunos estudios cifran en cinco años el periodo en el que los deportistas de élite retirados consumen sus ahorros. Con este objetivo, Pujol, amante del deporte y fundador hace un año de la EAFI GP Invest, concibió esta nueva idea que compartió con Uematsu, entrenador de judo de uno de sus hijos y ahora amigo y socio. “En estos proyectos, lo ideal es contar con un socio deportista de élite que entienda la situación”, dice. La respuesta del deportista fue muy positiva y ahora se ha materializado en su Uematsu & Pujol, nacida el pasado junio. “Aparte de los grandes bancos, hay pocas empresas en España que ofrezcan este servicio, sobre todo con cercanía e independencia y con objetivos más allá de los grandes deportistas. Creemos que hay un nicho de mercado en los deportistas de un nivel intermedio por el que queremos empezar, para después podernos dirigir a las primeras figuras”, explica Pujol.
Un ojo en Latinoamérica
Ese nicho de mercado alcanza todas las etapas de la vida deportiva de un deportista de élite, dado que cada etapa requiere diferentes acciones estratégicas, desde el deportista infantil o en su estado inicial, al deportista retirado que vive «su nueva vida», pasando por la etapa semiprofesional en la que se forma, la profesional en la que se generan los ingresos máximos, la madurez y el anuncio del retiro. Aunque en un principio la empresa se dirigirá a deportistas españoles, ya tiene objetivos para trabajar con deportistas de Latinoamérica, de países como Colombia o Brasil. “Muchos deportistas latinoamericanos acaban trabajando o viviendo en Europa y, aunque muchos depositan sus ahorros en Miami, creo que tiene sentido que acaben diversificando parte de su patrimonio en países como Luxemburgo o Suiza”, explica Pujol, que apuesta firmemente por esa idea de convertir a Europa en un mercado offshore para canalizar el ahorro de los deportistas latinos.
Con estas perspectivas, pretende cerrar 2014 dando servicio a una veintena de deportistas y generar unos ingresos hasta entonces de entre 150.000 y 180.000 euros.
Las siete patas y el papel de la EAFI
La empresa de consultoría ha identificado siete puntos clave a tener en cuenta para dar respuesta a las necesidades de los deportistas, a los que responde con una estructura ramificada de servicios. Varios de ellos, como el asesoramiento fiscal, el financiero, la elección del banco depositario o el esquema de seguros se canalizan a través de GP Invest EAFI, creada recientemente por Pujol, gran entusiasta del proyecto que pretende que los deportistas contribuyan a generar en torno a la mitad de los ingresos de dicha EAFI. El resto de servicios se ofrecen a través de diversos acuerdos: los contratos deportivos y los aspectos legales se externalizan en un bufete catalán y el asesoramiento contable en otros auditores independientes. Por último, el servicio de explotación y gestión activa de la imagen de marca para ayudar al deportista a maximizar sus ingresos está a cargo de Santy Monetys, colaborador de la empresa y que también desarrolla su actividad profesional a través de una entidad externa. Por su parte, Uematsu & Pujol coordina centralizadamente esos siete puntos para actuar como un interlocutor “único, de confianza e independiente”.
Con todos estos servicios, se trata de educar al deportista para generar un plan de ahorro sistemático. La cara más visible del proyecto, Uematsu, de padre japonés, madre navarra y criado en Portugalete, ha sido tres veces campeón de Europa de judo y en su haber figuran 16 medallas de oro, tres de plata y 16 medallas de bronce, además de una quinta posición en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004. El judoka explica que los ingresos máximos se concentran en aproximadamente en de 10 a 15 años de la carrera en los mejores casos, sin tener en cuenta lesiones o cualquier circunstancia que pueda acabar con antelación con la misma. Por eso cada etapa de la vida del deportista tiene unas necesidades financieras específicas.
Las necesidades de cada etapa
“En el período de edad entre la infancia y un estado más avanzado semiprofesional, el flujo de ingresos por la actividad deportiva desarrollada es por lo general baja y los ingresos por imagen de marca no existen. En esta etapa el deportista debe centrarse en entrenar, entrenar y entrenar, renunciando a actividades personales y sociales. El apoyo financiero debe provenir de becas estatales, ingresos del club y federación al que pertenezca y al apoyo familiar”, explica.
Tras esta etapa de desarrollo inicial deportivo (entre los 10 y los 18 años de edad), cuenta cómo vienen los primeros contratos interesantes para el profesional y cobra importancia el asesoramiento. “En este período contar con un buen asesoramiento en cuanto a fiscalidad, derechos de imagen, contabilidad, estructura societaria a través de la que canalizar los ingresos y distribución de activos del dinero ganado no es crucial pero sí se debe contar con un grado de sofistificación y profesionalidad que permita que una vez se llegue al completo desarrollo deportivo, las diferentes patas de la estructura financiero-fiscal de un deportista estén listas para implementarse al 100%”. Pero es más adelante cuando el asesoramiento se hace clave: “Llegados los éxitos profesionales es cuando el flujo de ingresos puede empezar a ser grande, tanto por el contrato con el club correspondiente como por imagen de marca y contratos por publicidad de marcas empresariales, que en muchas ocasiones pueden y deben superar los ingresos por el club contratado”. Así, es en este punto donde el buen asesoramiento y “el sentido común por encima de todo” cobran especial relevancia.
“Los deportistas de élite disfrutamos de dos vidas: una profesional dedicada a nuestra pasión y la otra, a partir de los 30 – 35 años”, dice Uematsu. Ése es el momento en el que, explica, han de volver a la vida real y tener todo muy estructurado “para poder iniciar esa nueva vida con garantías de tener un capital consolidado y una fuente de ingresos para el largo plazo”.