Los activos de banca privada negociados y custodiados en demarcaciones offshore alcanzaron los 8,9 billones de dólares en 2013, lo que supuso un aumento del 10,4% respecto a 2012, una cifra por debajo del aumento total de la riqueza privada mundial, que el pasado año se alzó un 14,6%, de acuerdo al informe anual de Boston Consulting sobre riqueza global presentado esta semana. Como resultado, la proporción de la riqueza offshore se redujo ligeramente del 6,1% al 5,9% de 2012 a 2013.
Boston Consulting prevé que la riqueza offshore crezca a una tasa compuesta anual del 6,8% para llegar a alcanzar los 12,4 billones de dólares a finales de 2018. Desde la consultora se muestran convencidos de que el modelo offshore seguirá prosperando gracias a que los clientes, sobre todo los que se engloban en el segmento de los high-net-worth (HNW), aquellos con al menos un millón de dólares, y los ultra-high-net-worth (UHNW), con al menos 100 millones, siguen prefiriendo las propuestas de valor diferenciadas que proporcionan los centros offshore.
Entre dichas propuestas, destacan los productos innovadores, la inversión altamente profesional, los equipos de relación con el cliente y la seguridad (el punto más relevante para los clientes de mercados emergentes).
De hecho, las últimas tensiones entre Rusia y Ucrania, así como el conflicto en Siria, han puesto de relieve la necesidad de contar con domicilios que ofrezcan un alto nivel de estabilidad política y económica.
En 2013, Suiza continuó siendo el booking center offshore líder, con 2,3 billones de dólares en activos, lo que representa el 26% de los activos offshore globales. Sin embargo, el país continúa bajo una fuerte presión debido a su fuerte exposición a activos originados en las economías desarrolladas, algunos de los cuales se esperan que sean repatriados tras las acciones gubernamentales llevadas a cabo en distintos países y dirigidas a reducir al mínimo la evasión fiscal.
A la larga, la posición de Suiza como el mayor centro offshore está siendo desafiada por el ascenso de Singapur y Hong Kong, que actualmente representan el 16% de los activos globales offshore y se benefician considerablemente de la continua creación de nueva riqueza en la región. Los activos de este tipo se espera que crezcan en Singapur y Hong Kong un 10,2% y 11,3%, respectivamente, hasta 2018 y se espera que representen conjuntamente el 20% de los activos offshore en todo el mundo para 2018.
En general, los flujos de repatriación de vuelta a Europa Occidental y Norteamérica continuarán ejerciendo presión sobre muchos de los centros offshore debido a la aplicación de normas tributarias más estrictas por parte de muchos países. En respuesta a estos acontecimientos, la banca privada ha comenzado a revisar sus carteras internacionales de gestión patrimonial. Algunos han adquirido los negocios de sus competidores, bien vía activos o acuerdos de compra, mientras que otros han decidido abandonar determinados mercados o servir solo al segmento de clientes HNW o UHNW. El objetivo es salir de las actividades de subescala en muchos de sus booking centers y mercados para reducir la complejidad de sus modelos de negocio y operaciones.
Sin embargo, los jugadores que han decidido abandonar determinados mercados no han obtenido siempre los resultados que esperaban. Una alternativa y posiblemente una acción más efectiva, aceptada ya por algunos de los principales jugadores, sería establecer una mesa “internacional” o de “pequeños mercados” que se hiciera cargo de todos los mercados no estratégicos.
La clave del éxito pasa por diferenciar claramente los productos y niveles de servicio por mercados y segmentos de clientes. Para los mercados de crecimiento clave, las ofertas de servicios completos que incluyen productos hechos a medida, incluido un tratamiento fiscal adecuado, deben ser destacados. El resto de los segmentos de clientes y mercados deben limitarse a la oferta estándar.
Si quiere consultar el informe completo puede hacerlo en el siguiente link.