La industria global de la gestión patrimonial o wealth management vivió un buen 2014: a pesar de las incertidumbres en los mercados, la mayoría vio crecer su volumen de negocio y de clientes, aunque algunos de los indicadores clave mostraron crecimientos algo menores que los vividos en 2013.
Según el informe hecho público por Scorpio Partnership (el SP Private Banking Benchmark), la industria cuenta con 20,6 billones de dólares en activos invertibles en nombre de clientes de altos patrimonios, de los cuales un 47,1% están concentrados en las diez mayores entidades. Sobre todo, UBS y Morgan Stanley, que han superado la barrera patrimonial de los 2 billones de dólares y cuentan con cuotas de mercado cercanas al 10% (ver cuadro 3). Entre las previsiones del informe destaca que Bank of America Merrill Lynch también lo hará en los próximos doce meses.
Según el informe, los operadores de EE.UU. siguen dominando el mercado con sus franquicias domésticas. ¿La razón? Los expertos apuntan a que EE.UU. sigue siendo el mayor mercado de oportunidades para el negocio de gestión de altos patrimonios (HNW), y esa escala de oportunidades se refleja en el fuerte crecimiento en volumen registrado por los operadores del país. En concreto, las 10 mayores firmas del país registraron en 2014 una ratio de crecimiento media del 7,1% (ver cuadro 4), más del doble que la media global, situada en el 3,3% (cuadro 2).
Crecimiento global
Y es que el análisis de los más de 200 jugadores globales muestra un crecimiento de activos medio del 3,3% y del 3,4% en beneficios operativos. Unas cifras bajo presión, según los autores del estudio. “Es un momento complejo en la historia de la industria. El modelo operativo afronta grandes retos para acomodarse a las expectivas de los grupos financieros de que sus divisiones de wealth management ofrezcan altos márgenes. La buena noticia es que la demanda por estos servicios se fortalece pero la mala noticia es que la industria aún afronta factores negativos en términos de costes frente a los ingresos. Algunos no se están moviendo lo suficientemente rápido, y sus ratios de crecimiento se desaceleran”, comenta Sebastian Dovey, socio de Scorpio Partnership.
De hecho, al margen del gran crecimiento de UBS y Morgan Stanley, varias firmas vieron estancado su negocio; sobre todo aquellas con sede en Europa, que se vieron afectadas en 2014 por la evolución del euro.