La riqueza privada de América Latina supone una oportunidad de oro para los gestores de activos globales que quieran aprovechar el negocio que brinda la región. El crecimiento económico sin precedentes y la acumulación de riqueza ha llevado a un creciente número de individuos de alto patrimonio (HNWI, por sus siglas en inglés) a prestar especial atención para encontrar la mejor forma de preservar y aumentar sus activos.
Éstas son algunas de la conclusiones que se desprenden del informe “Edge Global Edition” de Cerulli y que se centra en la preservación de la riqueza y en los inversores globales de alto patrimonio.
En este sentido, desde Cerulli subrayan que las prioridades de un individuo de alto patrimonio pasan por proteger su riqueza con el fin de contar con un estilo de vida similar durante toda su jubilación, además de conseguir que sus activos crezcan activamente para apoyar las necesidades de sus familias y dejar una adecuada herencia patrimonial.
En este informe, Cerulli se centra en el mercado de HNWI, incluyendo los principales motores del crecimiento en la demanda de fondos para países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, por sus siglas en inglés), así como los puntos de entrada más eficaces para llegar a la riqueza de América Latina y un examen a la erosión de la riqueza que se está produciendo en las familias de alto patrimonio de Norteamérica.
De acuerdo al último recuento, el número de multimillonarios en el mundo asciende a 1.587, con un patrimonio neto de 6,5 billones de dólares (4,8 billones de euros). John D. Rockefeller, ampliamente reconocido como el primer hombre con más de 1.000 millones de dólares en su cuenta corriente, alcanzó ese estatus en 1916. Estados Unidos encabeza actualmente la clasificación con 492 individuos con más de 1.000 millones en el bolsillo, aunque ha tenido que pasar casi un siglo para llegar a este punto. China, que no contó con sus primer “mil millonario” hasta 2002, cuenta ya con 152, y es el segundo país en esta lista, mientras que Rusia, que se liberó del comunismo en 1991, se alza tercero con 111 “mil millonarios”.
Esa riqueza, sostiene Cerulli, también se está extendiendo en Algeria, Lituania, Tanzania y Uganda. Por ciudades, Londres es, con 72 individuos, la ciudad que alberga el mayor número de mil millonarios del planeta, aunque solo un tercio de ellos nacieron en territorio británico. A Londres le siguen Moscú, con 48, y Nueva York, con 43.
Entrar a formar parte de esta lista de élite no es garantía de prosperidad futura. Un claro ejemplo de ello es Eike Batista. En 2012, el brasileño se alzó como el séptimo hombre más rico del mundo con una riqueza estimada de 30.000 millones de dólares, aunque en menos de dos años una serie de malas decisiones de inversión contribuyeron a que esa montaña de dinero casi se haya esfumado. Batista tiene que conformarse actualmente con menos de 300 millones de dólares.
En este sentido, la editora de Investigación de Cerulli Associates en Europa, Barbara Wall, cree que “los ricos tienen algo en común, y no solo es el dinero. A nivel mundial, el 95% de los creadores de riqueza y el 91% de los herederos de riqueza están casados. Así que los mejores proveedores no sirven a individuos de altos patrimonios, sino que sirven a familias de alto patrimonio”. Así, agregó que Cerulli ha identificado seis factores clave a los que los proveedores deben prestar mucha atención.
Para Angelos Gousios, analista senior de Cerulli, la preservación de la riqueza podría no ser el problema más apremiante que enfrenta esta élite. “Sin embargo, estos harían bien en prestar atención al consejo de un antiguo proverbio chino- ‘la riqueza no pasa tres generaciones’- porque sigue siendo tan relevante hoy como lo fue entonces”.
A primera vista, los seis países que integran el CCG (Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Baréin y Omán) no parecen una región viable para gestores de activos buscando distribuir fondos y otros productos financieros. Aunque puede ser un mercado notoriamente opaco, Cerulli cree que las oportunidades son mucho mayores y están creciendo más rápidamente que lo que las cifras oficiales sugieren.
Otro de los puntos que resalta el estudio es que durante años, los gestores patrimoniales en Estados Unidos han realizado seminarios de educación financiera como una forma de educar a los individuos ricos, jóvenes, incluidos los herederos y creadores de riqueza. Estos inversores han abrazado la oportunidad de relacionarse con sus pares en riqueza para discutir las complejidades que conlleva ser ricos. Y cuando se habla de estos seminarios, el “networking”, es decir, el establecer redes de contacto, fue uno de los temas que más salen a relucir en todo proceso de investigación de Cerulli.
Por último, la firma apunta que el anuncio del Gobierno británico, en marzo de este año, con el que logró la proeza de escandalizar a los mercados financieros mediante una puesta a punto inesperada y radical de su sistema de pensiones, abre un nuevo mercado para los gestores de activos.